Democracia
Una moción sobre Bolivia
Veinte ex mandatarios latinoamericanos han emitido una declaración sobre los tropiezos de la democracia boliviana y la preocupación que cunde en las cancillerías del continente por el futuro de la democracia en nuestro país. El documento es público e importante para el país, pero en Bolivia no se lo conoce integralmente. Por eso lo transcribo para los lectores de este blog:
DECLARACIÓN SOBRE BOLIVIA
Los ex jefes de Estado y de Gobierno firmantes de las declaraciones de Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), a propósito de la ruptura del orden constitucional y democrático en Bolivia:
Considerando:
a) Que la Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia, aprobada mediante referéndum constitucional del 25 de enero de 2009 con una participación del 90,14% de los votantes, establece, en su artículo 168, la reelección del Presidente o del Vicepresidente de la República “por una sola vez de manera continua”.
b) Que habiéndose sometido a referéndum constitucional la eventual reforma de la norma constitucional que impide la reelección continua del Presidente de la República el 21 de febrero de 2016, fue negada mediante el sufragio de la mayoría de los bolivianos, habiendo participado el 84,45% de los sufragantes.
c) Que a través de una mutación constitucional, violatoria y en fraude de la Constitución, desconociéndose a la soberanía popular, el Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia declara, el 28 de noviembre de 2017, que la reelección continua del Presidente de la República es un derecho humano, que como tal priva sobre la norma constitucional que la impide; a cuyo efecto obvia la jurisprudencia de la propia Corte Interamericana de Derechos Humanos, a cuyo tenor: “La previsión y aplicación de requisitos para ejercitar los derechos políticos no constituyen, per se, una restricción indebida a los derechos políticos. Esos derechos no son absolutos y pueden estar sujetos a limitaciones. Su reglamentación debe observar los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad en una sociedad democrática”.
d) Que la Comisión de Venecia, a instancias del Secretario General de la Organización de Estados Americanos, en su Informe adoptado los días 16 y 17 de marzo de 2018 concluye que “los límites a la reelección tienen como objetivo preservar la democracia y proteger el derecho humano a la
participación política […] son una restricción autoimpuesta al poder del
pueblo de elegir libremente a un representante con el objetivo de
mantener un sistema democrático”.
e) Que la Carta Democrática Interamericana dispone en su artículo 3 que es
elemento esencial de la democracia “el acceso al poder y su ejercicio
conforme al estado de derecho”, lo que, en el caso del ejercicio continuo de
la Presidencia de Bolivia se vería vulnerado.
f) Que no obstante todo ello, el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia ha
anunciado este 5 de diciembre pasado la habilitación de Evo Morales,
actual Presidente de la República, para que participe en una cuarta
reelección.
Declaran:
Instamos, respetuosamente, a los gobiernos de los Estados miembros de la
Organización de los Estados Americanos y de la Unión Europea, a mantenerse
vigilantes y disponer las medidas preventivas y efectivas necesarias y
apropiadas a la ruptura del orden constitucional y democrático ocurrido en
Bolivia bajo la presidencia de Evo Morales.
8 de diciembre de 2018
Óscar Arias, Costa Rica
José María Aznar, España
Enrique Bolaños G., Nicaragua
Rafael Ángel Calderón, Costa Rica
Alfredo Cristiani, El Salvador
Fernando de la Rúa, Argentina
Vicente Fox, México
César Gaviria T., Colombia
Felipe González, España
Osvaldo Hurtado L., Ecuador
Luis Alberto Lacalle, Uruguay
Jamil Mahuad, Ecuador
Mireya Moscoso, Panamá
Gustavo Noboa Bejarano, Ecuador
Andrés Pastrana A., Colombia
Jorge Tuto Quiroga, Bolivia
Miguel Ángel Rodríguez, Costa Rica
Julio María Sanguinetti, Uruguay
Álvaro Uribe Vélez, Colombia
Juan Carlos Wasmosy, Paraguay
Es auténtica:
Asdrúbal Aguiar
Secretario General de IDEA / http://www.idea-democratica.org
Luis García Meza Tejada (8-VIII-1929 – 29-IV-2018)
2018 no 1918 como salió
o-o
¨El general García Meza no es ningún cobarde, pero en aras de la unidad nacional, renuncio…¨ Escuché sus palabras la noche del 4 de Agosto de 1981, en Brasilia, donde la Associated Press me había designado de manera temporal, tras salir precipitadamente del país por orden del Ministerio de Gobierno, a cargo del entonces también coronel del ejército Luis Arce Gómez. Mi destino era Lima y estuve entre los primeros -quizá el primero- en salir del país por vía aérea con un pasaporte que llevaba estampada mi expulsión de Bolivia por un inexplicado ¨asunto politico¨, y se me daba un plazo de 24 horas para abandonar mi propio país. Ese plazo ya expiraba cuando mi avión despegó.
Además de la solidaridad ilimitada de ¨Presencia¨, todo su personal y de obispos de la Iglesia Católica con quienes habría de mantener vínculos indisolubles, estuve bajo el alero de dos colegas de la AP de entonces, Tom Fenton, que oficiaba de director de la oficina en Santiago, y Kernan Turner, a cargo de la oficina de Lima, donde estaría cobijado durante todo el resto del año 1981 antes de ser designado corresponsal adjunto en Brasilia.
Estaba de vuelta en Brasil, con base en Río de Janeiro, cuando me tocó seguir la noticia del apresamiento de este militar, escondido en un tugurio en Sao Paulo, y su posterior remisión a las autoridades bolivianos para su enjuiciamiento. Casi igual que aquel día de marzo de 1995, la muerte del general García Meza me ha vuelto a causar una gran perplejidad sobre los rumbos que imprime el destino humano y las volteretas que conlleva.
Todopoderoso en Bolivia ayer, su condena posterior a la pena máxima, en el cierre de un capítulo ensombrecido de las estadísticas bolivianas, subrayaba en letras mayúsculas la fragilidad de quienes se creen omnipotentes tras alcanzar y ejercer el poder politico y militar. Su muerte, cerca de cumplir 89 años, es el epitafio para la fragilidad de las ambiciones humanas y su inutilidad en la perspectiva del tiempo.
En una de las últimas entrevistas que realizó el semanario ¨Apertura¨, en abril de 1980, el general habló de unas ¨democracía inédita¨ incomprensible pero cuya primera edición habría de lanzar tres meses más tarde. A quienes realizábamos la entrevista, entre ellos Juan León Cornejo, fallecido hace un par de años, y el camarógrafo boliviano-uruguayo Daniel Bauer, nos llamó la atención la vehemencia con la que hablaba de lo que sería aquella democracia que nadie alcanzó a entender, pero cuyos características las expondría su entonces Ministro de Gobierno, cuando proclamó que había que andar con ¨el testamento bajo el brazo¨ y él mismo cuando dijo que los bolivianos tendrían que acostumbrarse a comer yuca y charque.
El general García Meza fue la exacerbación de un sistema militar que agonizaba y que en un par años más tarde expiraría para dar lugar al curso democrático que pervive, aún bajo amenazas.
Ante el desenlace
América Latina parece estar al fin en un ciclo democrático firme al cabo de décadas de divagar entre autoritarismos y tentativas de perfeccionar sus niveles precarios de progreso y convivencia. Este año quedó instalada la convicción de que meses más o meses menos, irán desapareciendo bajo el oleaje democrático los gobiernos que adoptaron, con mayor o menor intensidad, el sistema que hace un cuarto de siglo emergió del Foro de Sao Paulo. Este foro fue el techo de los remanentes del socialismo real que durante casi todo el siglo pasado aplicó su voluntad con fusiles, prisiones, torturas y campos de concentración en la vasta geografía donde se había impuesto Rusia durante la II Guerra Mundial. Muchos eran viudos del Muro de Berlin, que tuvieron cobija y medraron en media docena de países del continente apuntalados por un hambre de cambio que no había tenido respuesta adecuada.
El socialismo real latinoamericano entró en una agonía acelerada cuando Argentina decidió desembarazarse del Kirchnerismo. Fue un paso de coraje, apoyado en la madurez y realismo de líderes del movimiento peronista que percibieron que su país estaba en un callejón sin salida y dieron fuerza a la opción más inmediata de derrotar al candidato oficialista en las elecciones generales de hace un año. Mauricio Macri transita hoy un camino minado en todos los frentes.
Muchos ven el cambio operado en Argentina como resultado de la probidad de una porción importante del Poder Judicial que ha permanecido independiente al cabo del decenio kirchnerista. Controlar a jueces y fiscales ha sido fundamental para los regimenes socialistas ¨light¨. Las limitaciones al uso de la policía política característica de los regímenes comunistas fue en parte compensada por la obsecuencia de los operadores de la justicia con los intereses del gobierno. El rompecabezas económico es más difícil. Hasta ahora, sin embargo, ha conseguido prevalecer el sentido común ante formas de administración dispendiosas, posibles en tiempos de bonanza de precios que multiplicaban el valor de las exportaciones. Como ese momento único para los exportadores de materias primas se acabó, el gobierno argentino ahora camina por un sendero de austeridad que no tiene alternativa.
Brasil demostró también que puede ocurrir un cambio de ruta sin acabar con la institucionalidad democrática. El enjuiciamiento de la ahora ex mandataria Dilma Rousseff y la salida del PT del gobierno ha sido el golpe más duro para las izquierdas latinoamericanas desde la disolución de la Unión Soviética. Las críticas frecuentes contra el gobierno de Michel Temer recalcan que la salida de la presidente fue un desconocimiento de la voluntad de los 54 millones de brasileños que votaron por ella hace dos años. No es tan simple, pero los que basan sus críticas en ese argumento olvidan que esa misma cantidad de votos correspondió también a Temer, que fue electo como vicepresidente.
Con poder y decisiones equivalentes a las de un Primer Ministro, José Serra, considerado como el más izquierdista de la socialdemocracia brasileña, ha asumido la política exterior del gigante latinoamericano con una determinación pocas veces vista. Sus decisiones han dejado claro que Itamaraty no es el mismo y que ha acabado el tiempo de las complacencias de Brasil con sus vecinos vocingleros. No ha necesitado ser persuasivo para actuar al lado de sus socios en Mercosur y darle la voz de alto a Venezuela, ahora al borde de su exclusion del grupo del que tanto quiso ser parte, por razones geopolíticas más que económicas. Horizontes económicos fueron el origen de Mercosur. Chávez pretendía convertir al bloque en una plataforma política que apuntalase su proyecto continental socializante, antagónico a Estados Unidos y con puentes hacia Cuba.
Aturdido ante el ultimatum, Maduro dijo a sus simpatizantes en Caracas que si Mecosur cerrase la puerta a Venezuela, ésta entraría por la ventana. Tiene plazo hasta el 1 de diciembre para cumplir todas las normas comerciales del grupo y convencerlo que respeta los derechos humanos, lo que equivale a la libertad de decenas de presos politicos, entre ellos sus enemigos politicos más destacados. Nada hace prever que los desplantes de Maduro vayan a causar temor en el bloque, lo que lleva a afirmar que Venezuela está a nueve semanas de ser expulsada.
La lucha de los venezolanos por rescatar todas sus libertades es vista por como un capítulo heroico que puede figurar entre las mejores contiendas democráticas de la historia continental. Sin más espacio para moverse en el continente, es una incógnita saber cuál será la actitud de Bolivia y Ecuador en cuanto Maduro y su partido salgan del escenario.
Con José Serra al timón de la política externa brasileña y con el gobierno boliviano empeñado en distanciarse de quien no debería, los analistas creen que está en riesgo de pasar al archivo una de las líneas sobre las que pudo haber trabajado con mayor esmero la diplomacia nacional. Por su condición de vecino y líder continental, Brasil es el único con capacidad real para impulsar la marcha boliviana hacia la modernidad. Pelearse con él es distanciarse de la unica carta valiosa que Bolivia tendría a su alcance en el juego difícil del desarrollo.
(*) https://haroldolmos.wordpress.com
Aversión al debate
La posibilidad de que los bolivianos podamos asistir a un debate entre todos lo que aspiran a dirigir sus destinos en los próximos cinco años es casi nula tras el reiterado desaire del Presidente Morales y del Vicepresidente García hacia la idea. Los lugares que les correspondían en el debate promovido por la Asociación de Periodistas de La Paz estuvieron vacios. No es claro si se discrimina a los candidatos rivales solo porque tienen ideas diferentes a las del gobierno, soberbia por la distancia de los dos mandatarios respecto a sus oponentes mostrada en sondeos de intención de voto, o por la perspectiva de perder electores que afectaría mayormente al oficialismo. (ED, 22-09-14). En cualquiera de esos escenarios, no cabe eludir una confrontación de ideas, a menos que se quiera disparar sobre el propio pie.
Nadie puede negar que debatir ideas y enfrentar cuestionamientos sea esencial para una democracia que se precie de serlo o que aspire seriamente a alcanzarla. Ninguno de los dos mandatarios ha ofrecido una excusa capaz de convencer que el debate es innecesario o irrelevante. Imaginen Uds. el bloqueo que habría sufrido el diálogo al final de la Sudáfrica del apartheid si uno de los bandos decía: No discuto contigo porque eres racista o porque quieres manejar la economía de manera diferente a como yo lo hago.
Un ejemplo a la mano de comportamiento democrático está aquí al lado, en Brasil, donde habrá elecciones generales el 5 de octubre Nunca escuché a ninguno de los candidatos líderes decir “no debato contigo porque tienes menos del 1 por ciento de intenciones” (Luciana Genro, con 0,9% o Pastor Everaldo con 0,8%), no me gusta tu pasado o solo debato con las “organizaciones sociales.” Esos argumentos habrían recibido rechiflas de burla y desaprobación que habrían hecho parecer el bullicio del Marcaná al de un cementerio a la medianoche.
La lista de temas que podrían ingresar a un debate es larga y nadie podría dudar de la trascendencia de abordarlos frente al país. Desde la conducción económica, la situación de la industria petro-gasífera, el narcotráfico, la deuda externa, los acuerdos con China y las obligaciones con ese país, la percepción de los candidatos en torno al Juicio del Siglo y los eventuales responsables del episodio, inclusive el antisemitismo que también empieza a perfilase en esferas no oficiales, todos son temas de un menú muy amplio. El país habría querido que los candidatos expongan sus ideas “en vivo” y las articulen para llegar al mayor número de ciudadanos. La oportunidad la pintan calva, de acuerdo a un viejo dicho. Nadie sabe cuándo ni si habrá otra.
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Hasta aquí esta entrada. Un lector tuvo la gentileza de encontrar en este blog un artículo escrito hace cinco años, sobre el mismo tema de la negativa del presidente a debatir. Véanlo oprimiendo las palabras subrayadas.
Simón Alberto Consalvi
Fue un gran venezolano. Nació el 7 de julio de 1927 y murió el 11 de marzo pasado, a los 85 años. Pocos tuvieron el tacto y la sensibilidad de este demócrata de pura sangre. Como pocos, conoció la historia boliviana y no fue escasa su participación en lograr que Bolivia se reencaminara por el sendero de la democracia, sin adjetivos, ni “formal” ni menos “neoliberal”, en octubre de 1982.
Me sentí privilegiado conociéndolo personalmente como periodista y como canciller. Los detalles suelen revelar la fibra de una persona. A fines de 1988, se produjo –decía el gobierno de Jaime Lucinshi, del mismo partido Acción Democrática que Consalvi- un violento ataque de las guerrillas que operaban sobre la frontera, y la guardia nacional de Venezuela. Habían muerto 14 personas y una atmósfera efervescente se instalaba en Venezuela pues otras informaciones sostenían que la versión que entregaba el gobierno no era correcta. Encontré al entonces canciller Consalvi, en octubre de aquel año, y le pregunté directamente: ¿Es cierto que han muerto 14 guerrilleros en un enfrentamiento con la Guardia Nacional? Estábamos en Centro Andrés Bello, donde Consalvi acababa de dictar una conferencia. Su respuesta, embarazosa para el gobierno pero fiel a lo que habia ocurrido, fue una primicia de gran magnitud en esos momentos: “No eran guerrilleros, eran pescadores que pescaban para hacerse un cocido de pescado a la orilla del rio. Es más. Eran militantes de Acción Democrática.”
Las palabras del sagaz canciller sepultaban la versión de que había sido un ataque de la guerrilla colombiana , apartaban del horizonte un problema fronterizo binacional y dirigían la responsabilidad hacia la propia policía venezolana. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó, 16 años después, que Venezuela pagase $US 700.000 en reparaciones a los sobrevivientes de las víctimas.
Simón Alberto fue un hombre correcto y afable, diplomático las 24 horas del día, y periodista el año entero.
Fue una de las figuras egregias de El Nacional, un formidable medio de expresión venezolano, dirigido por la familia de herederos del escritor Miguel Otero Silva. Su presencia en el periódico fue siempre garantía de equilibrio y veracidad, la misma garantía que confirió a su labor de diplomático. Era Director Asociado del periódico cuando murió.
De la redacción de El Nacional extraigo el siguiente artículo que revela algunas facetas de este venezolano que acaba de partir definitivamente de su país y de los amigos que lo aprecieron y los colegas que de él mucho aprendieron.
Sí, nos importa – II
Para aquellos que dicen que lo que sucede en Estados Unidos no interesa a Bolivia ni le afecta, vean unas líneas de la información que trae este domingo The New York Times en su primera página:
En vez de quedarse en China para acompañar la transferencia decenal del poder político de su país con el décimo octavo congreso del Partido Comunista Chino que se aproximaba, el politólogo Weidong Li abordó un avión y se fue a Estados Unidos. Después de observar las elecciones del martes dijo en una entrevista radial: «Creo que la política china permanece prehistórica. A menudo bromeo diciendo que la civilización china es la última civilización prehistórica del mundo».
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Resumen: A Bolivia, empeñada en retroceder 500 años, no le interesa la elección presidencial en la primera potencia de la tierra ni nada tiene que aprender de ella. A la civilización china, con 5.000 años o más, sí.
Lula en blanco y negro: Democracia es alternancia
Raras veces un ex presidente expone sus pensamientos con amplitud y lucidez como Luiz Inácio Lula da Silva en una entrevista que publicó el pasado domingo La Nación, de Buenos Aires; ni una entrevista es llevada hasta el fondo por el entrevistador y el entrevistado. No es muy común en América Latina. En esta extensa exposición, Lula subraya un elemento fundamental de la democracia: Equivale a alternabilidad, tanto de personas y líderes como de partidos. Y dice que Chávez debe comenzar a preparar su sucesión. Lean un par de párrafos de la entrevista, que aquí pueden encontrar por entero:
Yo le puedo contar mi experiencia. En 1978 me reeligieron presidente de mi sindicato con el 92% de los votos. Tomé posesión el día 24 de abril. A la semana siguiente convoque a una asamblea y decidí que ningún presidente del sindicato pudiera ser presidente más de dos veces. Cuando estaba en la presidencia de la República y tenía el 87% de aprobación, prohibí que mi partido, por medio de mis compañeros diputados, presentara cualquier tipo de enmienda proponiendo mi [segunda] reelección. ¿Por qué? Porque me parece que la democracia es un ejercicio de alternancia de poder, no solamente de personas, sino de sectores de la sociedad. Y yo estoy muy agradecido creo que pocos países del mundo pudieron alcanzar la proeza de Brasil de elegir un obrero metalúrgico como presidente.
-¿Pero si la alternancia es buena por qué entonces estuvo a favor de la reelección de Chávez?
-Yo no tengo incidencia en la política de Venezuela. No participo en los partidos políticos de Venezuela. Había una elección en Venezuela, donde dos personas se presentaron, Capriles y Chávez, y yo creía que Chávez sería mejor para Venezuela. Ahora creo también que el compañero Chávez debe empezar a preparar su sucesión. Porque la Constitución permite que Chávez sea candidato por cuarta vez, pero cuando él pierda los adversarios también podrían presentarse cuantas veces quieran, y eso no creo que sea bueno. Por eso es que yo mismo no quise un tercer mandato. Porque si lo hubiera hecho, hubiera querido un cuarto mandato, y después un quinto. Entonces si lo quiero para mi, es quererlo para todos. Y para la democracia, la alternancia de poder es una conquista de la humanidad, y por eso hay que mantenerla.
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