Paraguay
Paraguay concede refugio a Cossío
La Comisión Nacional de refugiados (CONARE) de Paraguay decidió otorgar a Mario Cossío la condición oficial de refugiado y desairó la gestión que oficialmente había emprendido la Ministro de Transparencia Nardi Suxo para que el gobernador suspendido no recibiese asilo. Con la decisión paraguaya suman tres las naciones vecinas de Bolivia cuyos organismos de protección a los derechos humanos juzgan que el sistema judicial boliviano no ofrece garantías para la administración de una justicia imparcial. Brasil y Perú ya tienen refugiados bolivianos.
Sobre Cossío, suspendido del cargo de gobernador de Tarija bajo fuerte presión del partido de gobierno, pesan acusaciones de corrupción y enriquecimiento ilícito. Pero ante lo que consideraba una imposibilidad de defenderse con todos los recursos legales, optó por pedir refugio en el vecino país.
La decisión del CONARE de Paraguay fue adoptada por uanimidad, dijo la senadora Zulma Gómez, citada por el sitio ABC digital este mediodía, en base a cuya versión la red de emisoras rurales ERBOL lanzó un «flash» informativo en la primera página de su sitio en la red de internet. Esa decisión puede hacer pensar a los jueces bolivianos que sus actuaciones son también seguidas de cerca en los países vecinos, y más allá.
Las gestiones de la ministro Suxo, así como las declaraciones del gobierno boliviano en contra de Cossío, deben haber tenido efecto contrario al buscado, y afianzado la convicción generalizada en todos los medios opositores bolivianos de que en Bolivia la justicia está supeditada a los intereses del Poder Ejecutivo.
La decisión se suma a la que en los últimos días tomó Brasil, al conceder refugio a otros personajes bolivianos que se sentían acosados por el gobierno. Con los asilos recientes, hay en total 121 asilados bolivianos en el vecino país. En junio de 2009, el gobierno brasileño otorgó la condición de asiladas a 118 personas. Todas se consideraban perseguidas a raíz de los sucesos de Pando.
Cossio fue de grupo de prefectos (hoy gobernadores) que primero manifestó su oposición a algunas de las normas que aprobaba el presidente Morales desde los tiempos de la Asamblea Constituyente.
Paraguay con el mayor crecimiento regional
Un amigo me envía la siguiente noticia que juzgo importante compartirla con todos Uds. Paraguay cierra 2010 con un crecimiento de 14,5% de su producto interno bruto. Gracias a una fuerte expansión de su sector agrícola, en los últimos años enfrentado a graves dificultades en Bolivia. Es fundamental para los bolivianos conocer lo que ocurre a su alrededor. Este crecimiento obedece también a una política de estímulos al sector. Dejo que Uds. lean y saquen sus conclusiones:
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Paraguay cierra 2010 con el mayor crecimiento de la región
La suba del 14,5% de su PBI, la tercera a nivel mundial, estuvo impulsada por una fuerte recuperación del sector agrícola. Una cifra semejante no se registraba desde 1978
«Este crecimiento inédito en la historia de la economía paraguaya, del 14,5%, nos llena de orgullo y satisfacción, por ser parte de los países que se están posicionando a nivel mundial», afirmó el presidente Fernando Lugo en un mensaje al país, que fue leído en el Palacio de Gobierno en Asunción.
El mandatario presentó las últimas proyecciones preliminares en un acto en el que estuvo acompañado por el ministro de Economía, Dionisio Borda, y el presidente del Banco Central de Paraguay, Jorge Corvalán.
«Hoy esta ciencia que es la Economía confirma para el país y el mundo una gran noticia de fin de año: Paraguay es el campeón en crecimiento económico de América y el mundo», agregó el jefe de Estado, al enfatizar que el logro «fue el fruto del sector público y privado».
Lugo, que conduce el país desde agosto de 2008 al frente de una coalición de amplia base ideológica, sin embargo, admitió que todavía hay que superar «perversas estructuras injustas y poco transparentes», como por ejemplo, la inequidad fiscal y la ilegalidad, así como también «la obstrucción al Gobierno».
Por su parte, el ministro de Economía afirmó en un comunicado que la expansión prevista del producto bruto interno (PBI) no tiene precedentes, porque es mayor al 12% registrado en 1978. En ese momento, estaba en apogeo la construcción de la represa hidroeléctrica paraguayo-brasileña de Itaipú, la mayor del mundo en funcionamiento.
Borda agregó que el crecimiento récord de este año, tras la caída del 3,8% sufrida en 2009 por la sequía y la crisis financiera global, «está basado, fundamentalmente. en el fuerte repunte del sector agrícola (32%), la industria (8,3%), el comercio (8,9%) y los impuestos a los productos (12%)».
«Este año se registró una elevada inversión en maquinarias y equipos, y la formación de capital fijo creció un 18%, mientras que el comercio también mostró una importante recuperación», según indicó el informe oficial, que destacó la recuperación en todos los órdenes.
Las cifras oficiales superan ampliamente los pronósticos que habían hecho organismos internacionales, como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que en diciembre ubicó a Paraguay como el país de mayor proyección de crecimiento en la región, pero con el 9,7%.
La paz del Chaco, 75 años
Con autorización del autor, reproduzco la entrega del diplomático Ramiro Prudencio Lizón, quien escribe sobre las “bodas de diamante” de la paz del Chaco. Bajo el título “Conmemorando la paz del Chaco”, el internacinalista escribe:
En el presente mes de junio se ha conmemorado el 75º aniversario del protocolo de 12 de junio de 1935, que dio fin a las hostilidades después de tres años de una cruenta guerra, donde perecieron más de sesenta mil hombres.
Para recordar tan significativa fecha, los ministros de defensa de ambos países se reunieron en Villamontes. Lo lógico hubiese sido que se encontrasen los dos primeros mandatarios, pero el presidente Evo Morales prefirió asistir a la inauguración del mundial de fútbol, lo que demuestra la carencia de asesores sobre asuntos internacionales en el Palacio de Gobierno, porque ni con el ministro ni con los viceministros de relaciones exteriores se puede contar ya que no son entendidos en la materia.
El mencionado protocolo fue suscrito por el canciller boliviano, don Tomás Manuel Elío, y por el paraguayo, don Luis Riart, reunidos en la Casa Rosada de Buenos Aires, en presencia del presidente argentino, don Agustín Justo, y de los miembros que conformaban la Comisión de Mediación.
Pese a que el acuerdo estaba sujeto a ratificación, el presidente Justo expresó en ese día que tenía “el gran honor y una alta satisfacción de declarar y anunciar solemnemente que la Guerra del Chaco ha terminado”. Posteriormente, los cancilleres Elío y Riart, salieron al balcón principal del Palacio de Gobierno y se abrazaron delante de una inmensa multitud concentrada en la Plaza de Mayo que con lágrimas vitoreaban a Bolivia, Paraguay y Argentina.
El mismo día 12, se firmó un protocolo adicional donde se determinaba que las hostilidades se suspenderían a las 48 horas de ese momento, por un plazo de diez días, mientras se efectuaban las ratificaciones del acuerdo.
Pero la guerra continuaba. El protocolo adicional había establecido que el cese de fuego debería comenzar a las 12 horas del día 14 de junio. De ese modo, mientras los pueblos boliviano y paraguayo festejaban jubilosos la paz, saliendo a las calles, concentrándose en las plazas y haciendo repicar las campanas, en el frente se seguía combatiendo.
Por increíble que parezca, el comando de nuestro ejército determinó que media hora antes de que se suspenda la guerra, se rompiese fuego en todo el frente y con todas las armas. Parece que la intención era efectuar una demostración del potencial bélico para impresionar al enemigo y quizás colaborar a la acción de nuestros diplomáticos que negociaban en Buenos Aires.
Por fin, a la hora convenida de ese 14 de junio, callaron las armas. Los soldados cesaron de combatir y en todo el frente se sintió un silencio impresionante. Según contaban los combatientes, ese silencio fue más aterrador que el tronar de los cañones de pocos minutos antes. Casi a los tres años de haberse iniciado, la Guerra del Chaco finalizó definitivamente.
Cabe destacar que pese a las órdenes de sus comandantes que impedían el contacto entre las tropas, los soldados bolivianos y paraguayos salieron de sus trincheras para abrazarse y demostrar que no existían odios ni rencores que impidiesen un acercamiento entre sus pueblos.
El Protocolo de 12 de junio de 1935 constituye un hito en nuestras relaciones con el Paraguay, porque divide dos épocas muy distintas. La primera, que desembocó en la guerra, fue un largo período de desconfianza y enemistad entre los dos países; y la segunda, posterior a la guerra, en la que los pueblos boliviano y paraguayo han superado sus recelos y se encaminan hacia una plena hermandad.
Como corolario, es importante destacar la determinación efectuada por el Congreso paraguayo, hace unos veinte años, de devolver los trofeos de guerra conquistados a Bolivia. Evidentemente, ese hermoso gesto sirvió para cerrar cualquier vestigio de resquemor que hubiese dejado esa tremenda contienda, y dio paso al ingreso de una futura integración entre Bolivia y Paraguay.
Recelos en Paraguay
Los países no son islas, aunque los gobiernos de algunos querrían que lo fueran. El Diario ABC de Asunción publicó el sábado un editorial de primera página sobre lo que denomina «armamentismo boliviano». Algunos párrafos:
Bolivia se arma hasta los dientes en las barbas de Lugo
En recientes declaraciones a la prensa, el embajador ruso en La Paz, Leonid Goluvev, ratificó los términos del acuerdo convenido a principios de abril entre el presidente boliviano Evo Morales y el primer ministro ruso Vladimir Putin, sobre cooperación militar y comercial entre ambos países. El embajador confirmó que una delegación boliviana estará en Moscú próximamente para avanzar en los temas acordados en principio, que incluye un préstamo millonario para comprar aviones y misiles rusos. Rusia también ofreció a Bolivia la posibilidad de cooperar en el desarrollo de la energía atómica para supuestos “usos pacíficos”, así como para la explotación de uranio, entre otras cosas. Más allá de la indiferencia cómplice del presidente Lugo sobre la amenaza que el armamentismo boliviano pueda tener en la región, el mismo configura un claro peligro para nuestro país. En este escenario de manifiesta indiferencia gubernamental por la defensa nacional, lo que cabe es que el Congreso y la clase política dirigente –de todos los colores– su plan la peligrosa omisión del Ejecutivo ante la crisis en ciernes y fuercen un cambio de rumbo en la política de defensa nacional.
En recientes declaraciones a la prensa, el embajador ruso en La Paz, Leonid Golubev, ratificó los términos del acuerdo convenido a principios de abril, en Venezuela, entre el presidente boliviano Evo Morales y el primer ministro ruso Vladimir Putin, relativo a cooperación militar y comercial entre ambos países. El embajador ruso confirmó que una delegación boliviana estará en Moscú entre el 26 y 28 de abril próximos para avanzar en los temas en principio acordados entre ambos gobiernos: un préstamo de 150 millones de dólares para equipar y modernizar a las fuerzas armadas bolivianas, incluida la compra de aviones y de misiles tierra-aire para defensa aérea.
El embajador ruso manifestó sin ambages: “Nosotros no tenemos ningún miedo a Estados Unidos”, al tiempo de puntualizar que Bolivia es una “punta de lanza” para que su país tenga mayor influencia económica y política en América Latina, independientemente de lo que Estados Unidos pueda pensar al respecto. Reiteró que su país está en condiciones de atender la demanda de material bélico del ejército boliviano por la “simpatía” que tiene el gobierno de Dimitri Medvedev por el del presidente Evo Morales.
A más de apoyo militar, Rusia ha ofrecido a Bolivia la posibilidad de cooperar con ella en el desarrollo de la energía atómica para supuestos “usos pacíficos”, así como para la explotación de uranio. Además, se ha mostrado dispuesta a modernizar unos 16 aeropuertos y establecer un centro de mantenimiento regional de aeronaves de fabricación rusa, tanto militares como comerciales, al servicio de diferentes países de la región.
Brasil tras su reciente apagón: ¿Y ahora?
Un análisis del diario Valor, de Sao Paulo, publicado este lunes, exhibe los aprietos energéticos del vecino gigante tras el apagón que ocurrió hace unos días y que puede llevar a Brasil a empeñarse en disminuir también su dependencia de la represa hidroeléctrica bi-nacional de Itaipú. Firmado por el periodista Sergio Leo, el trabajo empieza:
“Ni se soñaba con la posibilidad de un apagón enorme cuando los diplomáticos brasileños dijeron a Valor, en julio, que Brasil tendría que empezar a imaginarse un escenario de mayor dependencia de la energía de Itaipú. El contexto de esa previsión no era de apagón, sino de negociaciones para reducir el voltaje de los planteamientos paraguayos sobre la energía de la presa binacional. Se firmó un acuerdo en esa ocasión que, coincidentemente, debe tener un próximo capítulo estos días, cuando aún se discuten las causas del colapso energético de la semana pasada.”
“Las autoridades paraguayas han sido informadas que hasta mañana, tras una larga disputa burocrática en el gobierno brasileño, deben seguir rumbo al congreso las “notas reversales”
que oficializan el acuerdo suscripto en julio. Bajo ese acuerdo, Brasil triplicará el valor de la compensación que paga a Paraguay por el uso de la energía correspondiente a Paraguay y abre la posibilidad de permitir que el vecino venda directamente en el mercado libre de Brasil la energía a la que tiene derecho (actualmente, la mitad de la producción de Itaipú es vendida exclusivamente a Electrobrás”).
Agrega que los diplomáticos decían en julio que Brasil tiene que aceptar la idea de que la mitad de la energía que genera Itaipú es, por derecho, de Paraguay, pues posee las aguas que alimentan la usina. Evidentemente, la idea de renunciar a la enorme dependencia respecto a Itaipú, una de las fuentes más baratas de energía para Brasil, nunca tuvo gran acogida en el país, subraya Leao. Y luego comenta:
“Como ocurrió con el gas de Bolivia, Brasil necesitó de un evento traumático para percibir que no conviene confiar en exceso en una sola fuente para cubrir ciertas necesidades energéticas. Casi el 20% de la energía que consume Brasil viene de Itaipú y, por lo visto la semana pasada, la interrupción del suministro, sea por problemas de generación, sea por corte de transmisión, puede paralizar el país y chamuscar al gobierno de turno.
Los problemas boliviano y paraguayo son diferentes, claro. En caso de Bolivia, se vio que el combustible entregado por el vecino país podría ser suspendido o perjudicado por acciones de su gobierno. Petrobrás aceleró un plan de autosuficiencia y hoy el problema boliviano es de baja demanda de gas por parte de Brasil, que salió ganando con la crisis. En el caso paraguayo, el gobierno vecino no representa ni representó una amenaza, pero el apagón expuso una fragilidad en la red eléctrica brasileña.”
Paraguay dice que el apagón, sufrido por los dos países, fue por problemas de transmisión. Además, no cree que Brasil vaya a reducir su dependencia de Itaipú, por su creciente demanda de energía para apoyar el desarrollo veloz de su economía. Propone, más bien, unificar las redes energéticas de los dos países para permitir su uso mejor. Por de pronto, el presidente Fernando Lugo parece haber cumplido su promesa electoral: conseguir un mayor pago de Brasil por la energía de Itaipú. Ahora quiere que se le permita vender a terceros países. El deseo se traba con la falta de líneas de transmisión y por la prohibición expresa del acuerdo de Itaipú. El presidente Lula da Silva ha admitido, como parte del acuerdo de julio, discutir esta prohibición, subraya Valor. Y enseguida advierte:
“Los problemas de Paraguay no se resolverán con más dinero de la venta de energía. Necesita pasar por una difícil e imprevisible modernización institucional, capaz de garantizar estabilidad a los potenciales inversionistas. Ante ese desafío, la energía barata de Itaipú es un buen activo para atraer inversiones y permitir el avance económico del vecino país, que, de otra forma, amenaza con volverse una fuente creciente de exportación de problemas al Brasil, desde el tráfico hasta la emigración.”
Concluye: “El choque con la realidad que trajo el apagón puede, tal vez, facilitar discusiones que tengan como ingrediente la idea de reducir paulatinamente la necesidad brasileña de energía de Itaipú. Sería una nota positiva en la cacofonía de ruidos sin destino en que se transformó del intento del gobierno de minimizar el impacto político del apagón”.
Buena noticia para usuarios de internet…en Paraguay
Unos 15.000 clientes Adsl (o de banda ancha) de la Compañía Paraguaya de Comunicaciones (Copaco) tendrán una doble velocidad de Internet en forma automática, sin ningún trámite desde la fecha a partir de una decisión del directorio que votó adelantar esta medida, que tenía prevista para el mes de julio tras la adquisición de mayor capacidad para la empresa.
Con esta determinación, la Copaco elimina la velocidad mínima de 64 kbps duplicando esta capacidad básica a 128 kbps por el mismo precio, 19 dólares mensuales, y en forma automática durante las 24 horas para más del 90% de sus clientes Adsl. Los usuarios que tenían 128 kbps se duplica a 264 kbps y para los que tenían 264 kbps se amplía a 320 kbps.
Es una buena noticia para la democratización la red en países con poco acceso. Una pena que no sea en Bolivia. El texto fue tomado de La Nación, de Asunción. Oprima aqui para leer la noticia completa.
Semejanzas no casuales
Hay un comentario del diplomático politólogo argentino Emilio J. Cárdenas que vale la pena leer. Se lo encuentra en
Se non é vero é ben trovato
Cuatro países de la UNASUR han expresado sospechas sobre la imparcialidad del informe de la comisión encabezada por el abogado argentino Rodolfo Mattarollo para investigar los acontecimientos en Pando, informó el día 13 el diario O Estado de S. Paulo, citando fuentes de la cancillería brasileña. Si realmente hubo sospechas, ellas no emergieron en la reunión del grupo sudamericano en Sauípe. Esas observaciones habrían herido gravemente al informe. Ninguna decisión del grupo puede pasar si no es con el consenso de todos sus miembros. Al cierre de la conferencia, el grupo que forman las doce naciones sudamericanas, más bien lo endosó, en una decisión cuyos entretelones tarde o temprano saldrán a la luz.
Las supuestas sospechas de los cuatro evidenciaban la fragilidad del grupo cuando sale de las ideas y aterriza en la realidad. Y, de verdad, nada substancial aprobó, salvo el respaldo al informe Mattarollo.
La de Pando fue una realidad terrible. El presidente Evo Morales procuró conseguir en la naciente organización un aval para su actuación. Lo consiguió con el informe, redactado tan a la medida de lo que el gobierno buscaba que ha sido repetidamente mostrado en la propaganda oficial. Este sesgo no le hace bien al grupo pues, al parcializarse ostensiblemente con una de las partes, refleja un papel de servidumbre a los gobiernos de turno. Algo muy distinto de lo que idearon sus progenitores el año 2000, cuando el entonces presidente Fernando H. Cardoso convocó a sus pares del continente a reunirse en la capital brasileña.
El informe inauguró al grupo, que aún no es oficial pues varios parlamentos no lo han ratificado. En el grupo que supuestamente lo critica, se destaca Uruguay, amigo tradicional de Bolivia en su vieja disputa con Chile, ahora alejado de Argentina por la controversia sobre la instalación de industrias papeleras en la frontera común, en la que el ex presidente Néstor Kirchner tuvo papel protagónico. (Uruguay envió el vuelto oponiéndose a la designación de Kirchner como Secretario General del organismo. En Sauípe quedó demostrada la profundidad de las diferencias entre Uruguay y Argentina. El primero mantuvo el veto sobre Kirchner y su amenaza de romper con UNSUR si se imponía al candidato argentino.) Pero también era sorprendente la presencia de Paraguay, a cuyo presidente Fernando Lugo se creía alineado con los gobiernos de izquierda en el continente. Colombia y Perú tienen una actitud claramente equidistante a la de Morales, Chávez y Kirchner.
¿En qué falla el informe Mattarollo, ex militante redimido del Ejército Popular del Pueblo (ERP)? Algunos puntos:
No refleja la visión del “otro lado”, falla imperdonable en una investigación. Omite precisar las circunstancias de las muertes del Ing. Oshiro y otro funcionario pandino. El Art. 3 menciona 350 muertos en la era democrática, sin indicar si el número incluye a los caídos bajo Evo Morales. En el 4 es totalmente unilateral. Dice que quienes se oponían a la Asamblea Constituyente eran “secesionistas”. Antes de decirlo tenía que haber leído y escuchado al presidente Morales retractándose y gritando ¡autonomía!
No habla de la concentración previa en Riberalta, ni de los “viáticos” prometidos a los asistentes a una supuesta reunión en Cobija, ni de los cintillos coloridos que los partidarios del gobierno llevaban en los puños. ¿Para qué?
También habla de un “esquema de poder” organizado supuestamente por el prefecto Fernández. Es una acusación pesada que la comisión no se molesta en sustentar.
En suma, el informe es liviano, pero convenció a UNASUR. Pero, como dicen en Italia, se non é vero, é ben trovato. ¿Certo, Sig. Mattarollo?
Asalto y robo de armas en puesto militar
La Agencia de Noticias del Ejército Boliviano (ANEB) ha informado que un grupo de paraguayos habría asaltado este lunes un puesto militar sobre la frontera con Paraguay y tras reducir a seis soldados y un instructor se robó seis fusiles FAL, de fabricación belga. Ese tipo de fusiles está entre las mejores armas de combate que posee el ejército. La versión la dio el diario El Mundo este martes. La información de esa agencia informativa militar precisa que el asalto habría ocurrido el lunes por la tarde, en el puesto militar de Tuscal, a 850 Kms. de La Paz y 160 de Villamontes. Los asaltantes escaparon . La noticia en detalle puede ser vista en la version que ofrecio El Mundo, de Santa Cruz.
En la noche, el general Lucio Añez, ahora retirado, dijo en el programa televisivo Sin Letra Chica, de PAT, que le parecía una contradicción que hubiese tanta tropa en Cobija (El Mundo aseguró, en un titular de su primera página, que hay 3.000 efectivos en la capital pandina) dispuesta para un estado de sitio, y que un puesto militar fronterizo no pueda con cuatro asaltantes, que se llevan todas las armas de los soldados a los que sometieron. Proporcionalmente, en Cobija habría un militar por cada dos personas, inclusive niños.
Mirar al lado
Circula en la red, en lengua portuguesa, el eco de una polémica instalada en Brasil a raíz de los reclamos de Paraguay para mejorar los precios de la energía que vende a su vecino. El tema es vidrioso en Brasil, como se puede ver en la carta que un ciudadano llamado Otacilio M. Guimaraes, ha escrito a un senador defensor de nuevas políticas hacia Paraguay.
El senador es Cristovao Buarque, educador de avanzada que fue gobernador de Brasilia y ministro de Educación en el primer gobierno de Lula por un período muy corto. La carta es un compendio de la forma en que un segmento numeroso de la sociedad brasileña ve la historia de su país respecto a Paraguay. Y de paso toca a Bolivia, en forma directa o por extrapolación.
Leamos la misiva (la traducción es del blog):
Carta de un ciudadano al senador Cristovao Buarque sobre las exigencias del presidente Lugo, de Paraguay. Señor senador: Usted afirmó en la tribuna del Senado Federal lo siguiente: «No podemos simplemente negar a Paraguay el derecho de pedir un reajuste. No podemos desdeñar a Paraguay. Incluso porque tenemos una deuda con este país vecino, ya que hace 138 años matamos 300.000 de sus ciudadanos (en la guerra del Paraguay). En proporción, sería como si matasen a nueve millones de brasileños, estimó Buarque. «Es muy extraño, senador, y causa preocupación escuchar tal afirmación en un senador de la república. Sorprende por dos motivos: a) Ud. no conoce la historia y está equivocado al afirmar que Brasil mató a 300.000 paraguayos; b) Ud. no conoce la historia y por consiguiente está mintiendo. Las dos hipótesis lo descalifican para ejercitar el alto cargo de senador. Cuando un senador se dirige a la nación desde la tribuna del Senado federal para afirmar una burrera de esa magnitud, francamente no tiene condiciones de estar donde está. Está trabajando contra el país, contra su pueblo, cuando su deber sagrado debería ser lo contrario. La guerra del Paraguay, de la cual Ud. Culpa a Brasil, incluso imputándole 300.000 muertes, fue provocada por el dictador Solano López, cuyas ambiciones expansionistas lo llevaron a invadir Argentina, que le había negado el uso de su territorio para llegar hasta Uruguaiana. Argentina entonces declaró guerra al Paraguay, dando lugar a un conflicto al que se unirían Brasil y Uruguay y que quedó conocido como la guerra de la Triple Alianza.
Paraguay contaba, en aquel momento, con un ejército de 77.000 hombres, mientras los efectivos brasileños no pasaban de 18.000, lo que obligó a Don Pedro II a organizar apresuradamente a las fuerzas brasileñas para enfrentar la agresión.
Sin entrar en detalles para no extenderme, quiero informarle que de los 300.000 muertos paraguayos que Ud. Imputa a Brasil, el hambre, el cólera y la malaria fueron responsables de un70%. En combates, Paraguay perdió la mitad de su ejército, en tanto que Brasil perdió 30.000. Y las bajas paraguayas ocurrieron por culpa de la estupidez del dictador Solano López, quien, instado a rendirse pues ya estaba derrotado, con Asunción invadida por las tropas brasileñas, llevó la guerra hasta las últimas consecuencias, conduciendo a lo que restaba de sus tropas, entonces ya compuestas de adolescentes y niños, a Cerro Corá, donde se dio la batalla final.
Solano López nunca aceptó negociar la paz y la guerra sólo acabó con su muerte. Brasil no conquistó territorios de Paraguay. Sólo reivindicó sus anteriores fronteras. El tratado de paz firmado el 9 de enero de 1872, estableció, entre otras cosas como la navegación libre por el rio Paraguay, una indemnización a a Brasil, perdonada en 1943 por el gobierno brasileño.
Se ve, por tanto, que el gran responsable por la masacre de su pueblo fue el propio dictador Solano López. Brasil solamente respondió a la altura de su responsabilidad a una agresión sin sentido. Siguiendo la lógica de su razonamiento, los aliados de la segunda guerra mundial deberían pagar una indemnización a Alemania por el hecho de que Hitler perdiera la guerra. Más aún, siguiendo la lógica de su razonamiento, las generaciones actuales deben pagar por los errores que tal vez cometieron sus gobernantes en las pasadas generaciones. Así, no me sorprendería si Ud. defendiera que las presentes y futuras generaciones de italianos continuasen pagando a los países conquistados por el imperio romano por la avidez de sus emperadores.
Pero como el propio presidente Lula ya declaró algunas veces que Brasil tiene una deuda con África en razón de la esclavitud, nada me sorprende. Sólo quiero declarar preventivamente que yo jamás tuve esclavo alguno, al igual que todo brasileño ahora viviente.
Despierte, senador! El pueblo brasileño actual, del pasado y del futuro, pagaron, están pagando y pagarán la enorme e incalculable cuenta que les fue colocada sobre los hombros por una pléyade de gobernantes irresponsables, corruptos, sin visión de futuro, incluso el actual. Y Ud. quiere aumentar aún más esa cuenta.
En cuanto a Itaipú, senador, fue el peor negocio del régimen militar. Es fácil de explicar.
El complejo de Itaipú fue costeado totalmente por Brasil. Paraguay no desembolsó un centavo. El acuerdo firmado dio a Paraguay el derecho a 50% de toda la energía generada por la presa. Como Paraguay no tiene capacidad para utilizar toda esa energía, el acuerdo establece que el resto será vendido a Brasil a precio de mercado, y no a precio de costo como dicen algunos izquierdópatas. Brasil cumplió rigurosamente su parte, pagando a Paraguay el excedente de esos 50% sin siquiera descontar los gastos de mantenimiento de la presa.
Le pregunto al senador: ¿quién hizo mejor negocio? ¿Y quién está todavía usufructuando de ese negocio chino? Ciertamente no nosotros.
Quizá Ud. encuentre más justo que Brasil entregue la presa a Paraguay con un besamanos y pase a comprarle la energía que necesita, a ejemplo de lo que Petrobras hizo con las dos refinerías de petróleo que ella instaló en Bolivia, todo en nombre de una ideología que une al actual gobierno brasileño a los hermanos andinos.
Conviene recordar, senador, que Itaipú costó 6.000 millones de dólares en la época de su construcción. Ese dinero fue tomado prestado en el exterior por Brasil, por el cual pagamos todavía hoy, pues compromisos como ese, sumados a los de la construcción de Brasilia, y otros que resultaron de la megalomanía de gobiernos pasados, dieron origen al endeudamiento monstruoso que hoy impide el desarrollo del país.
Conviene recordar también que, en caso que el gobierno resuelva atender la reivindicación del hermano, el precio de la energía, que en Brasil es más caro que el de la energía producida por plantas nucleares en todo el mundo, tendrá que ser reajustado y quien pagará la cuenta será el pueblo brasileño. A menos que Ud. y sus pares de izquierda resuelvan cubrir la cuenta, lo que estoy seguro que no le pasa por la cabeza.
Es fácil, senador, hacer proselitismo político demagógico con la billetera de los otros.
Conviene también recordar que el contribuyente brasileño, ya escaldado por la rapacidad fiscal, le paga a Ud. su salario y todos los beneficios para que defienda a Brasil, y no a estados extraños.
Dicho esto, quiero darle una sugerencia: Si Ud. quiere sinceramente hacerle un bien a Brasil y a su pueblo, renuncie a su mandato y retorne a su cátedra universitaria. Lamentándolo por sus alumnos.
Indignadamente, etc.