Mes: marzo 2018
Surrealismo sin fin
Después de casi tres semanas de haber conseguido la prisión domiciliaria, Svonko Matkovic Ribera logró, dos graves tumultos mediante, dejar el Penal de Palmasola y transcurrir al lado de sus padres los rigores de la privación de libertad bajo la que ha vivido durante ocho años de encierro en el penal. Las dos conmociones fueron como el saludo final de una de las cárceles más temidas del mundo al dirigente del Comité pro Santa Cruz. Llegó allí bajo la acusación del ahora prófugo y refugiado en Brasil, Marcelo Soza Álvarez, el magistrado que redactó las acusación que incriminó a decenas de cruceños acusados de conspirar para la secesión de Bolivia. La acusación no ha sido probada hasta ahora, y el juicio oral, que tiene a Santa Cruz como escenario, se desarrolla a paso de cangrejo desde hace cinco años. Uno más y llegará a la primera década el acontecimiento brutal que le dio origen, el 16 de abril de 2009.
Matkovic era uno de los tres acusados aún presos en Palmasola por el plan secesionista diseñado por Soza, que incluía hipótesis de alzamientos violentos y asesinato del presidente Evo Morales. Este última acusación fue quitada del pliego acusatorio pues, por la imposibilidad de aportar pruebas fehacientes, habría vuelto insostenible toda la tesis. Los otros dos detenidos -Juan Carlos Guedes y Alcides Mendoza Masavi- aspiran a conseguir también prisión domiciliaria, perspectiva que, de cumplirse, haría del juicio uno de los más raros del mundo. Todos los reos tendrían prisión domiciliaria.
En otras latitudes, la confesión del fiscal acusador, que escapó a Brasil y se declaró perseguido político asegurando que las autoridades bolivianas lo forzaron a incriminar a inocentes, habría sido suficiente para sepultar al juicio. Los sucesores del fiscal agarraron la trama que había escrito Soza y la defendieron a capa y espada. Cantaron victoria sobre la confesión del ex fiscal cuando la representación diplomática boliviana en Brasilia rehusó autenticar la carta que contenía esa confesión. El documento, en su momento el más divulgado en Bolivia, no existe legalmente. Desde entonces han pasado cuatro años y nada hace prever que el Tribunal de Sentencia corregirá el rumbo del caso.
Creí que sería difícil agregar capítulos surrealistas a la obra que presenté el año pasado (¨Labrado en la memoria – anotaciones de un reportero¨) sobre el caso. Sin embargo, la semana que pasó puso en evidencia que el caso continua fértil para la generación situaciones inverosímiles. Hubo al menos dos nuevos episodios.
Juan Carlos Guedes, el ex dirigente de la Unión Juvenil Cruceñista que en la trama organizada por el ex fiscal era el pivote que proporcionaría armamento para la supuesta campaña terrorista y secesionista, fue enviado al hospital a principios de mes para recibir tratamiento por una subida brutal de sus niveles de glicosa (alrededor de 300, casi tres veces los parámetros máximos en ayunas) y presión elevada. El lunes pasado pendía de un hilo la continuidad de la audiencia, pues Guedes estaba retenido por la administración del Hospital Guaracahi mientras no cancelase la cuenta de unos siete mil bolivianos que había demandado el tratamiento que apenas lo había restablecido (su glicosa y la presión sanguínea continuaban disparadas). El oficial encargado de custodiarlo debía conducirlo a la audiencia pero, como nadie pagaba la cuenta y para él era cuestión de honor llevar al acusado ante el juez, se ofreció a sí mismo como garantía de que los valores serían cancelados. Así, para efectos contables, Guedes estaba ¨en prenda¨ y el encargado de custodiarlo también. El bochornoso episodio fue resuelto el lunes por la tarde cuando el juez Sixto Fernández dispuso que el Ministerio Público pagara la cuenta.
En esas horas surgió un nuevo incidente que impidió que otro de los acusados acudiera a la audiencia. Marco Antonio Monasterio, ex alto funcionario de la Corte Departamental Electoral de la que Eduardo Rózsa Flores había recibido croquis elementales para ayudar a los empadronadores a orientarse y que el ex fiscal consideró como material sensible, estaba anclado en su trabajo en la Intendencia Municipal de Santa Cruz. La guardia municipal se había amotinado por cuestiones salariales y despido de gendarmes y, con el motín, todos los funcionarios quedaron encerrados en la intendencia. Solo al superarse el conflicto los amotinados liberaron a sus rehenes. El mayor juicio penal de la historia boliviana estuvo empantanado durante siquiera un día bloqueado por una cuenta de hospital de poco más de mil dólares y un motín de gendarmes.
Fueron gotas en un mar de precariedad en la que se encuentra la justicia boliviana. Los últimos tres encarcelados del Juicio del Siglo pasaron uno de los mayores sustos de sus vidas cuando hace poco más de una semana hubo un amotinamiento en Palmasola seguido, días después, por la invasión de más de 2.000 policías que tomaron el lugar para requisarlo y llevar a decenas de reos a otros presidios. Las cuentas reproducidas por los medios señalan que hubo ocho reos muertos durante la masiva incursión policial del 14 de marzo, una de las mayores operaciones policiales de los últimos años.
Son aún desconocidos los detalles de la incursion, pero imágenes divulgadas posteriormente mostraban a cientos de reos que, apiñados uno al lado de otro tendidos boca abajo, formaron una gigantesca alfombra humana. En esa posición estuvieron durante gran parte del día. El único momento en que los reos podían moverse era cuando las incontinencias los abrumaban. Disponían de un balde de pintura en el que podían descargar sus conductos a vista y paciencia de los demás.
Alcides Mendoza, uno de los que estuvo tendido sobre el pavimento aquel día, dijo que ¨todos fueron golpeados¨ por la milicia policial, en su mayoría llegada desde La Paz. En forma vaga habló solo de ¨mal trato¨, pero el cojear acentuado que tenia en la audiencia parecía indicar que el mal trato pudo haber sido bastante peor que el que señalaba. El juez Fernández evitó que Svonko Matkovic contara la experiencia que tuvo la jornada, que probablemente habría sido descriptiva, señalando que el joven ya la había contado directamente al tribunal.
Las sesiones deberán ser reanudadas el 2 de abril.
La educación ante un espejo
La preparación deficiente de muchos niños en los ciclos primario y secundario es patente y podría servir como vara para medir otras áreas del estado de la sociedad boliviana. Esa precariedad refleja el empeño que prodigan los gobiernos a la educación.
Que adolescentes desconozcan quién fue Víctor Paz Estenssoro o Jaime Paz Zamora, como mostró un programa televisivo nocturno desde Santa Cruz, exhibe un fenómeno frecuente en sociedades donde la educación es incipiente. En nuestro país es más grave porque vemos ese atraso a diario en el comportamiento y discursos de los líderes nacionales. Paz Zamora, quien asistía al programa que presentaba las respuestas de los jóvenes, escandalizado y con amor propio diagnosticó que presenciaba el ¨estado lamentable¨ de la educación.
Ya no parece novedad que el presidente Morales asegure que los pueblos indígenas lucharon contra todos los imperios, incluso el romano. Es notable que muchos a su alrededor no le hagan notar el tamaño del error y lo nocivo que haga afirmaciones equivocadas pues la audiencia que le cree a pies juntillas las puede repetir. Al cabo de 12 años de ejercicio del gobierno, no hay cómo tolerar errores tan crasos, pues ya pasó el tiempo del aprendizaje. Tampoco se pueden tolerar bromas sin gracia a costa de las mujeres ni dejar de asombrarse porque las aludidas dejen pasar ofensas sin oponer un gesto ni decir una sola palabra. También aquí hay un ejemplo negativo de sumisión. Las descomposturas dan un pésimo ejemplo.
Es igual de mal gusto haber dicho que un periodista parecía ¨un agente chileno¨ por preguntar lo que Bolivia planea para después del actual capítulo de la causa marítima. Es proverbial aquel dictamen de que las preguntas de un periodista no son impertinentes, pero las respuestas suelen serlo.
Como las sociedades son un tejido, extrapolar las deficiencias de la educación y el comportamiento a otras áreas podría mostrar un panorama insoportable.
Dice el académico de la lengua Jorge Órdenes, uno de los escasos impulsores de una cruzada para crear facultades de historia y literatura en las universidades, que la culpa de que los niños desconozcan informaciones tan elementales de historia no es de ellos ni solo de sus maestros sino de la idiosincrasia de los bolivianos, que son demasiado indulgentes con la precariedad de la enseñanza. ¨La toleran, me dijo, pues muchos la desconocen, y no les preocupa mejorarla¨.
El cordero rugió
En escasos segundos se conviritieron en tema obligado de análisis de las principales cancillerías el despido fulminante del ahora ex Secretario de Estado Rex Tillerson y la nueva derrota de los republicanos de Donald Trump en las elecciones celebradas en Pennsilvania. Ambos son eventos con capacidad de influir en las elecciones legislativas de noviembre, cuando Trump y su gobierno estarán a prueba.
La semana apenas empezaba cuando Trump provocó campanazos en las salas de redacción con un tweet que anunciaba la expulsión de su Secretario de Estado, que había dejado la todopoderosa Exxon Mobile para dirigir la política exterior estadounidense. El mandatario estableció un record al fulminar al encargado de la política exterior con los escasos caracteres de un tweet y con igual rapidez anunciar la designación de su reemplazante. Todo esto ocurría cuando la diplomacia estadounidense comenzaba los preparativos para un encuentro de Trump con el norcoreano Kim Jong-il posiblemente a fines de mayo, en el mayor desplazamiento diplomático de la década y que, al ser anunciado, el despedido ignoraba.
Los observadores no lograban esta semana determinar con exactitud qué llevó a Trump al despido tan descomedido. Pero muchos apuntaban a una expresión que tuvo Tillerson respecto a su jefe. Sin que nadie del mundo diplomático se escandalizara públicamente, hace algunos meses lo llamó ¨moron¨, estúpido o idiota, y nunca se retractó. Para el puesto designó al director de la CIA, Mike Pompeo, en una señal inequívoca para la diplomacia de su país, cuyos miembros ahora se sentirían como quien camina sobre brasas. Aún más elocuente fue la designación de la persona que substituiría a Pompeo. Para el cargo nombró a Gina Haspel (61), quien ya era directora adjunta de la agencia de espionaje. Amnistía Internacional dice que Haspel tuvo una participación relevante en sesiones de tortura tras los atentados del 11 de septiembre pero investigaciones del Departamento de Justicia no corroboraron la afirmación. Trump tiene una visión magnánima sobre las formas brutales de tortura para extraer información de supuestos terroristas y colaboradores. Dijo que éstas ¨funcionan¨.
Para Pompeo no reprimió su admiración. ¨Tiene una tremenda energía, un tremendo intelecto. Estamos en la misma onda¨, declaró. Las dos designaciones fueron conocidas también por tweets, la nueva forma de comunicación que, para Trump, substituye funciones de la diplomacia tradicional.
La onda post Tillerson se diluyó el miércoles cuando los cómputos electorales determinaron la victoria de los demócratas en las elecciones especiales que se celebraron en Pennsilvania para reasignar un escaño en la Cámara de Representantes cuyo titular había renunciado a raíz de un escándalo por su conducta personal. Conor Lamb (cordero, en español) ganó por apenas 627 votos de un total de más de 1.300.000 sufragantes al republicano Rick Saccone, en un distrito donde elecciones anteriores lo confirmaban como bastión republicano. Hillary Clinton perdió allí por más del 20% de votos y la victoria de Saccone era dada por segura por muchos republicanos, inclusive por Trump.
La zona era considerada tan republicana que incluso perder por un margen estrecho iba a ser una victoria para los demócratas. El triunfo demócrata por un pelo fue un alivio para quienes aguardan las elecciones legislativas de noviembre dispuestos a quebrar la mayoría republicana que apuntala a Trump. A partir de ahí, la administración republicana enfrentaría mayores problemas, incluso la posibilidad de que Trump sea enjuiciado por causa de sus relaciones aún oscuras con Rusia y su conducta personal al parecer poco decorosa.
El cordero rugió en esta elección. Johnathan Allen, de NBC News, dijo en su columna que el victorioso ha enseñado el camino que los demócratas deben seguir para ganar la mayoría de la cámara baja: escoger candidatos que no irriten a los republicanos por demás. El resto provendría del propio Trump, cuyas políticas, declaraciones públicas y comportamiento propulsaron el vuelco que se dio en uno de los distritos más republicanos de Estados Unidos. Allen escribió: ¨El presidente es tan profundamente impopular entre los demócratas que Lamb no tuvo que recordarles contra quién tenían que votar¨.
La derrota republicana se suma a la sufrida en diciembre en Alabama, cuando el partido de Trump perdió un escaño valioso en el Senado con la victoria de Douglas Jones sobre Roy Moore, por quien Trump había hecho campaña. Perder el escaño significó reducir a un margen mínimo la ventaja legislativa que los republicanos tienen sobre los demócratas: 51-49.
Muchos ahora creen que haber perdido en Pennsilvania esta semana puede representar un paso más hacia un desastre politico republicano en noviembre.
Un viaje relámpago
Pocas veces el Presidente Morales lució tan solo como el domingo que pasó, en las ceremonias de toma del mando del presidente Sebastián Piñera. Al menos respecto a otros invitados, era previsible esa soledad, pero el Presidente no tenia otra opción sino ir. No haber asistido a la toma de mando de Piñera habría servido para subrayar el aislamiento internacional de su régimen. Ir requirió coraje pero la soledad quedó, de todas maneras, expuesta en las seis horas que estuvo en Chile, un récord para una visita presidencial a un país vecino. Antes había jugado fútbol con el ahora nuevo presidente chileno, pero ahora aquel parece un pasado idílico sin señales de que volverá. En la ceremonia estuvo ubicado al lado del Rey Juan Carlos y la esposa del ex presidente uruguayo José Mujica, compañías con las que tenia muy poco para compartir, quizá solo un educado asentir con la cabeza ante cualquier ocurrencia. Partió de vuelta a La Paz apenas ocurrió el juramento de Piñera y en el aeropuerto, con el micrófono en una mano y el papel que iba a leer en la otra, se despidió.
Mucho mejor para él. Sin Hugo Chávez ni Lula o Cristina Kirchner, y ni siquiera Humala, podía haber sido intolerable para el Presidente ver las atenciones prodigadas por Piñera a Macri y la desenvoltura del mandatario argentino en la capital chilena. Macri estuvo al lado del otra vez flamante mandatario durante gran parte de los actos protocolares que precedieron a su juramentación en el congreso. La empatía manifiesta que ambos exhibían, como firmes partidarios de la iniciativa privada, exteriorizaba una imagen de buena vecindad que entre Bolivia y Chile no existe. Los dos hablaron y rieron incluso de sus corbatas, prenda que el mandatario boliviano -así como muchos en Bolivia- ha excluido de su vestimenta por completo. Ver a su colega argentino brindando profusamente con champán, en medio de carcajadas con el anfitrión, tampoco habría entusiasmado al fugaz visitante.
En el aeropuerto lanzó una de las cartas más valiosas que llevaba en este viaje: un pedido de disculpas, probablemente a Chile, como país, por los medios ante los que hablaba (pues) ¨…nunca ha sido mi intención ofenderlo, agredirlo¨ para destacar enseguida que actuaba en defensa propia: ¨Aunque también recibo muchas ofensas por parte de algunos medios de comunicación, por redes sociales, algunos, seguramente son pocos hermanos chilenos, hasta me tratan de (…) indio sin pluma. Quiero decirles: no estoy resentido, no estoy molesto, entiendo perfectamente; somos tan diversos en América Latina; queremos que en esa diversidad haya gran unidad…¨
En ese contexto lanzó la mayor jugada de su viaje al reiterar una invitación ¨para cerrar una herida histórica¨ que permanece entre los dos países. ¨Vengo a extenderles y ofrecerles la mano de la fraternidad. Pongamos todo nuestro esfuerzo, no es imposible…Podemos vencer nuestras diferencias, escribamos juntos, con coraje y valentía, la página más significativa de la historia común de Bolivia y Chile¨.
Fue un cambio marcado en el lenguaje que ha tenido ante las autoridades chilenas, en especial ante las que ese domingo dejaban el gobierno junto con la Presidente Michele Bachelet. Para muchos observadores, era ¨la otra cara de Evo¨, la de los albores de su gobierno ahora con 12 años, con la que posiblemente espera convencer a sus interlocutores a ponerse a trabajar para resolver uno de los entuertos más antiguos del continente. Para la mayoría de los bolivianos, eso significa llegar al Pacífico con un acceso soberano; el adjetivo no ha tenido cabida en la diplomacia chilena. De inmediato, no hubo ninguna señal de que sus palabras fuesen a tener respuesta inmediata, menos ante la inminencia de los alegatos finales de la causa radicada en La Haya.
Después (¿?) de la tormenta
La tempestad que desató la renuncia del ex presidente Jaime Paz Zamora a integrar el grupo de personalidades que acompañará al presidente Evo Morales Ayma a La Haya, había amainado este miércoles pero los relámpagos aún continuaban y nada excluía nuevas tormentas al aproximarse el día 19, cuando empezará la lectura de los alegatos de Bolivia y Chile. El ex presidente recibió la solidaridad de sus simpatizantes ante el aluvión de insultos que recibió del gobierno, en una proporción directa a la profundidad del golpe que causó su declinación.
La ausencia de Paz Zamora resta brillo a la comitiva. De los cuatro ex presidentes invitados -cada uno tendría que pagarse el privilegio, que costaría un mínimo de 5.000 dólares- solo Paz Zamora fue presidente por un período completo. Los otros acompañantes llegaron a la presidencia por hechos excepcionales; Jorge Quiroga, por la muerte de Hugo Bánzer; Carlos Mesa, por la conmoción que derivó en la fuga del titular Gonzalo Sánchez de Lozada, y Guido Vildoso, el ultimo de la cadena castrense, rigió el país pocos meses para dar lugar al curso constitucional que habían interrumpido los golpes militares.
Los insultos que profirió el vicepresidente Alvaro García dieron luz verde a raudales de otros provenientes del gobierno. Sobresalieron los denuestos de la titular de Comunicación Gisela López quien, de acuerdo a ANF, escribió: ¨Siendo Vicepresidente, Jaime Paz traicionó a Hernán Siles en 1984. Traicionó a los mártires de la Harrington en 1989 (sic) y se alió al dictador Banzer. Traicionó al pueblo alteño y apoyó a Sánchez de Lozada en la masacre de octubre de 2003. Ahora traiciona a Bolivia y nuestra causa marítima¨. En comparación, el Judas evocado en estos días habría sido un principiante.
¨Yo no voy¨
Jaime Paz Zamora dio este martes un sacudón que hizo temblar el universo politico y diplomático boliviano. Perforó el bloque que pretendía exhibir el presidente Evo Morales en torno a la política marítima de su gobierno y le rechazó la invitación para viajar a La Haya para escuchar, a su lado y junto con otros tres ex presidentes y una docena de otras personalidades nacionales, los alegatos finales de la disputa marítima con Chile. El expresidente (1989-93) dijo que Morales pretendía ofrecer una imagen de concordia cuando hay una grave discordia en el país por la actitud del mandatario de empeñarse en una nueva reelección e ignorar el referendum del 21 de febrero de 2016 que dictaminó contra esa aspiración.
La ruptura entre ambos líderes presagia un acentuado calentamiento politico en Bolivia cuando faltan casi dos años para las elecciones generales en las que el actual mandatario pretende ser candidato por cuarta vez consecutiva y regir el país hasta 2025.
¨Tomé la decision de disculparme y no ir a La Haya. Prefiero, como todos los compatriotas, esperar los resultados en territorio nacional y rogar a todos los santos que las cosas salgan bien¨, dijo en una conferencia de prensa en las oficinas de su partido, el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), en La Paz. En criterio del ex mandatario, el presidente Morales utiliza el tema del mar en su propio beneficio. ¨El presidente divide…si uno apoya el mar es, en su lógica, apoyarlo políticamente¨, dijo.
Las reacciones del gobierno fueron de grueso calibre, reflejo de la magnitud del impacto que causó en las autoridades la decisión del ex presidente. El Vicepresidente Álvaro García Linera lo llamó ¨político decrépito¨. ¨Le está dando la espalda a Bolivia y a esta muestra de unidad en torno al mar…hubiera sido lindo que el señor Jaime Paz hubiera aceptado la invitación del Presidente¨.
Entre los allegados al ex presidente y críticos del gobierno las reacciones fueron de aprobación jubilosa, con expresiones de ¨bravo¨y ¨valiente¨ que circulaban en las redes.
La participación de Paz Zamora entre los invitados del presidente había causado molestia y desaliento entre sus seguidores desde la semana pasada. En las redes sociales había declaraciones de franca censura y rechazo a la presencia del ex mandatario en la comitiva designada para acompañar al presidente Morales. La indignación que algunos manifestaban evidenciaban el curso de una ruptura progresiva del líder mirista y el mandatario.
El desaire del ex mandatario anunciado este martes parecía anunciar un punto elevado en las hostilidades que cruzarán el camino del presidente Morales. No era posible calibrar de inmediato el efecto de la decisión sobre otros convidados a La Haya pero resultaba obvio señalar que les provocaba al menos incomodidad. Por lo demás, la invitación ya empezaba a causar desconcierto desde que voceros del gobierno dijeron que los convidados se pagarían los gastos de viaje. El gesto pareció nada convidante, pues no lucía apropiado decir a los invitados: ¨vengan a la fiesta, pero cubran ustedes mismos todos sus gastos, del transporte a la comida¨. Solo en pasajes, hotel y gastos generales la invitación costaría siquiera unos 5.000 dólares para dos o tres días en La Haya.
Al señalamiento de que el irrespeto al referendum de hace dos años se erigía como barrera para declinar la invitación, se agregó la connivencia que atribuyó al presidente Morales con el mandatario venezolano Nicolás Maduro, bajo cuyo gobierno la economía de su país se ha reducido a la mitad de la que era hace una década, resultado de una crisis que ha causado el éxodo de cientos de miles de venezolanos y la muerte de centenas en manifestaciones de protesta.
Las ceremonias en La Haya empezarán el lunes 19 de marzo.
Rastros de una entrevista
Una semana después de su publicación, las declaraciones del Vicepresidente en una entrevista con El Deber continúan con un eco belicoso capaz de entretener las discusiones políticas durante largo tiempo, a menos que intervengan nuevos elementos que disipen el ambiente de pólvora que levantaron. De manera especial, los analistas han dedicado atención a la frase de que el gobierno y su partido no van a apartarse del poder ¨por un apego abstracto a la norma¨. Equivalía a decir que será necesario algo más que la voluntad expresada en votos para producir alternabilidad en el ejercicio del poder, elemento esencial de la democracia.
No debería haber sorpresa, pues no es extraña la intención del presidente y de quienes lo secundan de permanecer al mando del país por siquiera 500 años, más o menos el tiempo que medió entre la llegada de los españoles a América y las elecciones en las que triunfó el presidente Morales para poner fin a un proceso de ¨subalternidad¨. De la lectura de la entrevista se concluye que, antes de Colón, toda la historia de esta parte del mundo fue monolítica, que Huáscar y Atahuallpa no se dividieron y que esa ¨subalternidad¨, que supone superada desde 2006, retornará si el presidente Morales no es candidato presidencial otra vez. Fuera de la cuestionabilidad de la afirmación y del dictamen categórico de que ¨eso no pasará¨, el Vicepresidente García Linera tuvo otras expresiones que aún yacen en penumbras, incluso entre las multitudes que en los últimos años ingresaron a la categoría de clase media. Un ejemplo inmediato es el ¨malestar moral¨ o también ¨indignación moral¨, condiciones para las cuales no es fácil una traducción que las corporalice.
Sobre la bandeja de conceptos también brillan otras afirmaciones. Sin ningún respaldo comprobable, el Vicepresidente aseguró que el 21 de febrero, cuyo origen y significación pasó por alto, en Santa Cruz ¨nosotros sacamos 150.000 y ellos no llegaron ni a 10.000¨. Pregunten al azar a una persona en la calle si el cálculo es correcto y anoten la respuesta. Luego está la mención a ¨la movilización popular, muy plebeya¨ de la gente humilde que apoya al gobierno. Tiendo a creer que al escuchar ¨plebeyo¨ mucha gente asociará el adjetivo más a un conocido vals peruano que a una forma despectiva de hablar de sectores populares. No se sabe si el compositor Federico Pinglo Alva (1899-1936) se habría sentido lisonjeado.