Mes: mayo 2013
Justicia en entredicho
La forma de justicia que en estos tiempos Bolivia proyecta al mundo tiene estampadas marcas indelebles. La de la mal entendida “justicia comunitaria” con la amenazante habilidad de los degolladores de perros; la de los comerciantes incendiados vivos en Achacachi; la de los policías martirizados en ayllus de Potosí; la de los campesinos vejados en Sucre; la paliza brutal a los marchistas en Chaparina. A esas imágenes se ha sumado la sombra de Jacob Ostreicher y la cruzada del actor Sean Penn para liberarlo. Del caso se supo localmente como una noticia policial más, pero ahora, después de casi dos años, es un suceso que aparece en medios mundiales como ejemplos de una realidad distinta de la que exhibe la propaganda oficial.
Es una de las ironías actuales de Bolivia. Un senador del gobierno admitió a tropezones la noche del miércoles que el actor fue designado embajador “de las causas nobles” por el presidente Morales y que ese nombramiento está vigente. Colegas del legislador dicen que el agro-inversionista Ostreicher es un malagradecido al boicotear la porción del rally de Dakar que deberá pasar por Bolivia. Conociendo el anuncio de un posible boicot y el desánimo que eso provocaría, las autoridades deberían tomar más en serio al actor, a su defendido y la causa que los une.
Con toda su notoriedad, el caso tiene rivales que le disputan atención y a ratos lo aventajan. El llamado “caso terrorismo” o Juicio del Siglo se arrastra desde hace cuatro años, cada vez con menos creyentes y con la sospecha de que los mayores responsables no están en el banquillo. El juicio transcurre bajo la mirada impaciente de decenas de familias cruceñas y cientos, quizá miles, de parientes y amigos a quienes llega el oleaje del proceso que ahora se desarrolla en Santa Cruz. La audiencia para este caso trasciende fronteras con una peligrosa magnitud que muchos aún no perciben. El que estén involucrados ciudadanos de países de los que nos llegan pocas noticias, como Irlanda, Hungría y Croacia, no significa que esos países sean indiferentes al proceso en curso ni su bloque mayor, la UE.
Estos días cumple un año en la Embajada de Brasil el asilado más notable que ha tenido Bolivia: el senador Pinto, todavía en su refugio en La Paz sin perspectivas de un salvoconducto. Y acaban de pasar seis meses desde que el periodista, Fernando Vidal, de Radio Popular de Yacuiba, también estuvo cerca de ser convertido en bonzo por quienes lo atacaron y quisieron quemarlo junto a su operadora Karen Anze.
Ninguno tiene apoyo de un Premio Oscar, pero encierran dramas que algún día serán parte del neorealismo boliviano
Tropiezos de la diplomacia del mar
La unanimidad que rodeó al gobierno en los pasos relativos a la reivindicación marítima parece haber empezado a romperse. Dos conocidos articulistas, atentos al tema por el papel que jugaron en la diplomacia boliviana, han criticado con preocupación este fin de semana los movimientos más recientes y los consideran desafortunados para la causa que abrazan los bolivianos: la gestión del presidente Morales ante el ex presidente Carter y el retiro del tema nacional de la agenda que guiará las sesiones de la OEA la próxima semana en Guatemala.
El guante fino con el que los dos comentaristas trataban este tema parece agotado.
En un artículo en el diario La Patria, de Oruro, el ex vicecanciller Marcelo Ostria Trigo afirmó que “tras la presentación de la demanda de Bolivia contra Chile en la Corte de la Haya la posición del actual gobierno chileno –que desde su inicio fue dura y aun intolerante– se ha radicalizado.” “Por ahora», dice, «se ve muy lejana la posibilidad de una negociación directa, como las de 1950 y 1975; esto, para gozo de los halcones chilenos, contrarios a una solución efectiva de la mediterraneidad de Bolivia.”
Ostria Trigo, ex embajador en Israel, Hungría y la OEA, fue uno de los artífices de la reaproximación con Chile en 1975 con el “abrazo de Charaña” de los generales Banzer y Pinochet, y es considerado entre los que mejor conoce de la cuestión de la mediterraneidad y sobre la negociación frustrada para conseguir una salida directa al Pacífico sobre la frontera chileno-peruana. Es la primera vez que opina públicamente sobre la cuestión desde que el gobierno nacional optó por el camino a La Haya tras los acercamientos con los presidentes Michelle Bachelet y Sebastián Piñera.
Otro diplomático y ex ministro, Manfredo Kempff Suárez, opinó en El Diario, que el retiro de la cuestión marítima del temario de la asamblea de la OEA “deja una sensación frustrante, un tufillo a desistimiento y abandono de uno de los pocos logros diplomáticos bolivianos que producían escozor y malestar en la Cancillería chilena… (Con) la resolución de 1979 apoyada masivamente en La Paz y las subsiguientes resoluciones del organismo, Bolivia abrió un espacio de discusión sobre la necesidad de que nuestro vecino diera pasos efectivos hacia una solución de nuestro justo reclamo”.
Insertada en los temas anuales de consideración de la asamblea a partir de entonces, la resolución obligaba a Bolivia y Chile a abordar el tema e informar a la región. Esa resolución fue considerada como la mayor hazaña diplomática de Bolivia en su reclamo por un acceso soberano al Pacífico Las opiniones de los dos ex diplomáticos podrían provocar otras sobre el nuevo paso dado por Bolivia.
“Parece -dice Kempff- que con la nueva Diplomacia de los Pueblos que ha instaurado el MAS… Chile ya no tendrá que preocuparse de la OEA”.
Ambos consideran innútil el viaje del presidente Morales y el encargado de la gestión boliviana en La Haya, el ex presidente Eduardo Rodríguez.
Ostria Trigo subraya que “el canal de Panamá fue devuelto luego de una negociación bilateral” y que no se parece a la situación que se ha creado con la demanda en La Haya. “Es impensable… que La Haya acepte influencias… para fallar en las causas judiciales que le han sido presentadas. Es un tribunal serio, idóneo y con una conducta nunca observada como parcializada”.
Kempff nota la coincidencia entre el anuncio del retiro de la demanda boliviana con el viaje a Georgia donde procuró “arrancarle (al ex presidente norteamericano) una promesa extemporánea e inútil de mediación con Chile.” Y ahora, dice, Bolivia está con las manos atadas y no podría plantear su reclamo en otras instancias internacionales a causa de la demanda ante La Haya.
Tádic sigue disparando
El juicio del Siglo llegó este martes a uno de sus momentos de mayor suspenso cuando el boliviano-croata Mario Francisco Tádic reasumió su defensa y reclamó la anulación de todas sus declaraciones en los últimos cuatro años pues fueron emitidas, dijo, bajo presión de las torturas que le aplicaban funcionarios del gobierno.
Por el curso de todo el proceso, el caso podría encaminarse hacia una corte internacional en cuyo banquillo de los acusados eventualmente estarían otras personas y no solamente aquellas ahora sindicadas por el gobierno.
En el trasfondo yacen las demandas de los gobiernos de Irlanda y de Hungría, sumados a los de Croacia, que exigen una investigación internacional en torno al caso que ha provocado la mayor atención sobre Bolivia desde los juicios contra Regis Debray, en 1967, y de Luis García Meza, en la década de 1990.
Tádic y el rumano Elöd Tóásó son los dos sobrevivientes de la incursión de una fuerza especial de la policía el 16 de abril de 2009 al Hotel Las Américas, de Santa Cruz, de la que resultaron acribillados a balazos Eduardo Rózsa Flores, el Irlandés Michael Dwyer y el húngaro Arpad Magyarosi, en condiciones que Tádic describió este martes como una masacre. La acusación restó mérito a las afirmaciones de Tádic.
El boliviano-croata hizo una afirmación ante los jurados que está sin respuesta oficial convincente desde la madrugada del episodio: “No era necesario matar a nadie. Podían haber nos detenido (en cualquier momento) sin utilizar fuerza letal”, exclamó Tádic.
La pregunta de Tádic no tiene aún respuesta contundente sinotentativas. No ha aiso demostrada la afirmación de que el grupo disparó sobre la policía y que ésta reaccionó en defensa propia. Y en la ronda sobre quienes cuelga la pregunta aparecen autoridades del primer círculo del gobierno que en algún momento podrían ser interrogadas.
El ex fiscal del caso Marcelo Soza, que aparece en ese estrecho círculo, ha sido mencionado como testigo de la acusación, por “El Viejo”, el ex testigo fundamental de Soza convertido en acusado a las pocas semanas de abrirse la investigación. Soza dijo también este martes que está dispuesto a ser testigo de la acusación o de la defensa.
Tádic también disparó otra interrogante ante la que la acusación no ha tenido una respuesta convincente: “Qué terrorista se registra en un hotel con su nombre legal! Qué terrorista se aloja en un hotel con una sola salida!”
La verdad, dijo Tádic, probablemente nunca se sabrá a menos que hablen el muerto (que no podrá hacerlo) o quien dio la orden de ataque sobre el hotel. El presidente Morales ha dicho que antes de partir aquella madrugada hacia Venezuela dejó órdenes expresas al vicepresidente García Linera para reducir al grupo, pero en la orden no aparece la palabra “matar”.
A pedido de la acusación -y las objeciones de la defensa, que no veía en el punto algo relevante para el caso en ese momento- relató su experiencia en Croata y contó brevemente la historia de ese país.
Tádic declaró su orgullo por haber combatido en Croacia y subrayó que su frente de batalla estaba a 400 kilómetros de aquel donde se encontraba Eduardo Rózsa Flores.
El caso está ingresando a un terreno cada vez más minado. Las jornadas que vienen prometen ser dignas de seguimiento.
Rebeca Delgado contraataca
La ex presidenta de la Cámara de Diputados Rebeca Delgado sacudió esta noche los cimientos del gobierno y de su partido, el Movimiento al Socialismo, a lo largo de una entrevista en el escenario de PAT (No Mentirás) en la que reclamó el retorno a los orígenes del movimiento que encumbró a Evo Morales y Álvaro García. Se declaró católica y defendió su derecho de alzar el puño izquierdo y de jurar haciendo la señal de la cruz con la mano derecha al aclarar a la entrevistadora Ximena Antelo que se trata de una representación de convicciones que “no son incompatibles”.
Articulada, asegurando militar en una izquierda ideológicamente humanista, lejos de los ejemplos marxista-leninistas del siglo pasado que hundieron al socialismo y de sus expresiones actuales, Rebeca Delgado denunció la dictadura que impera, dijo, en el Movimiento al Socialismo.
Sus colegas, dijo, se han vuelto, simples “levanta manos” para aprobar las normas e instrucciones que reciben del Ejecutivo. Muchos de sus compañeros no expresan su oposición a esos métodos autoritarios de eliminar a los “libre-pensantes” por temor a represalias. (Contra el libre pesamiento se manifestó hace unas semanas el presidente Morales y advirtió a los dirigentes del MAS que no pueden actuar por iniciativa propia).
La parlamentaria desahució moralmente la reelección del presidente Morales por violar el artículo transitorio de la CPE que la prohibió. El Tribunal Constitucional, dijo, no tenía manera de responder negativamente a la consulta que le envió el senado que estaba redactada de manera que que la respuesta fuese la que buscaba el gobierno. Respondió a las objeciones que le hicieron las presidentas del Senado y de la Cámara de Diputados y les dijo que dijeron lo que afirmaron porque se les había ordenado que lo hicieran.
Puso nombre al autor, o director de esas políticas: el Vicepresidente Álvaro García Linera.
Y dijo que también ella sentía miedo. Había recibido, dijo, llamadas de compañeros de ruta que le han advertido que tenga cuidado. Su posición, y las palabras con las que se expresó esta noche, será un tema de debate en los gabinetes políticos.
Como telespectador y observador atento a las noticias, aguardo las reacciones a esta entrevista, reveladora de fisuras profundas que ocurren en el gobierno.
USA y la CIDH
Los países del ALBA, especialmente el nuestro, Venezuela y Nicaragua, critican que los Estados Unidos no hayan suscrito la Convención Americana sobre derechos humanos, aunque forman parte del sistema de protección a esos derechos. Ven esa actitud como una flagrante contradicción.
No he escuchado una explicación local para el porqué. Una respuesta fundamental: hay estados norteamericanos en los cuales rige la pena de muerte. La convención de DDHH es contraria a la pena capital y los USA no podrían incorporarse a un cuerpo legal en contravención con las leyes de algunos de sus estados.
Un protocolo a esa convención, aprobado en junio de 1990 en Asunción, declara que sus signatarios no aplicarán la pena de muerte a ninguna persona sometida a su jurisdicción. Que se debería buscar una adecuación o una fórmula para incorporar a Estados Unidos a la convención, es otra cosa. Pero es incorrecto mencionar el tema sin explicar sus raíces.
El problema ha cobrado intensidad con las críticas de algunos países a la no incorporación plena de Estados Unidos al sistema de protección de los derechos humanos, especialmente de Ecuador, Argentina, Bolivia, Guatemala, Nicaragua y Venezuela. Estos países, en particular Venezuela, secundada por Bolivia, están disconformes con las calificaciones que frecuentemente emite la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, con sede en Costa Rica. Ahora propugnan el cambio de la sede de esta comisión, radicada en Washington. Argentina, Costa Rica y Perú figuran entre los candidatos a hospedarla.
En este marco se reúnen desde hoy en Cochabamba las cancillerías de la región (asisten algunos cancilleres).
Crónicas del Juicio del Siglo
Los abogados apelaron cuando en mayo de 2010 un juez de La Paz impuso medidas cautelares sobre el general Gary Prado Salmon, entre ellas prisión domiciliaria y prohibición de hablar con los medios de comunicación. Tres años después, la apelación aún no había sido resuelta pero, hace unos días, otros fiscales pidieron las mismas sanciones para el militar que el jurado del Juicio del Siglo rechazó tras la que probablemente fue una debatida decisión (deliberó una hora). El incidente muestra las dificultades del proceso para avanzar sobre un camino agreste y empinado desde que en febrero comenzaron las audiencias en Santa Cruz, bajo una presencia constante de los medios de comunicación.
Los acusadores deben demostrar que en Bolivia se intentó matar al presidente y a otras autoridades, en un proceso que, la acusación del gobierno afirma, buscaba crear una nueva nación. Los elementos esenciales del proceso fueron otra vez cuestionados en la última serie de sesiones, con la lectura de las incidencias y excepciones que el jurado rechazó, salvo una inocua corrección en la numeración de páginas que carecían de orden. Los 29 conjuntos de observaciones fueron rechazados, en una decisión que los defensores, entre quienes están algunos que los mejores penalistas de Bolivia, no podían creer. ¿“Será que somos tan tontos y que ellos son tan brillantes”?, dijo, perplejo, uno de los abogados.
Un segmento emotivo comenzó cuando era juzgado el retiro del militar y su abogado, Otto Ritter, de la sesión del 26 de abril, en protesta porque el tribunal rehusaba cumplir, según interpretaron, toda la resolución del Tribunal Constitucional que declaró improcedente una decisión del juez Sixto Fernández contra el militar. La acusación vino con todo su peso para castigar a Prado Salmón con las sanciones a las que había apelado en 2010 sin quela justicia se hubiese aún pronunciado.
El incidente exhibe la fragilidad de la justicia nacional y agrava la inquietud sobre su paso lento y la indefensión en que pueden encontrarse muchos otros casos, carentes de la luz pública que ofrece el Juicio del Siglo. Se creyó que los jueces electos por voto directo en elecciones con una abstención gigante irían a resolver este atascamiento monumental. Las autoridades suponían que el sistema de elegir a los jueces –no designarlos por méritos- colocaría a la justicia Bolivia en una vanguardia mundial. Lo ocurrido prueba que seguimos en la retaguardia. Este concepto trae una conclusión: no se levanta una nueva estructura cuando no existen bases sólidas para hacerlo. El resultado puede ser peor de lo que se quería substituir.
El coronel retirado Zoilo Salces Sepúlveda, de Trinidad, contó su historia ante el tribunal desde su detención en 2010, tras haber ido voluntariamente a La Paz para a declarar. Lo llevaron preso, a una prisión de alta seguridad, en Chonchocoro, en pleno altiplano. De allí peregrinó por la cárcel de Oruro y volvió a la de La Paz. Salces expuso los argumentos con los que ya en Tarija se defendió pidiendo que su caso fuese auditado. En sus palabras, pasó ocho días detenido antes de ver a un juez; los tribunos de su caso no le prestaron atención y de hecho dispusieron que continuase su prisión preventiva en el penal pues no valoraron sus puntos de vista.
“Por favor, valoren lo que les estoy diciendo”, dijo el militar beniano. Y si no tengo razón, háganme entender por qué no tengo razón”. Tampoco esta vez tuvo respuesta. Para un hombre que no consigue entender por qué está preso, valía la pena citar una porción mínima de su exhortación.
Los tres defensores del Prado Salmón y el propio defendido ofrecieron una defensa densa en frases y argumentos. Fueron los momentos más intensos de la fase que culminó hace unos días. Por lo que se percibe entre quienes asisten a las audiencias (parientes de los acusados en su mayoría) y las entrevistas de los medios a la gente de la calle, la base de la acusación –separatismo- luce absurda -un país mediterráneo dentro de otro o una división y subdivisión de Bolivia- y lejos de convencer.
La acusación martilleó sobre el abandono intempestivo protagonizado el 26 de abril por el general Prado Salmón y su abogado principal. El fiscal Sergio Céspedes calificó el acto como un desprecio por las garantías que había ganado con la libertad condicional y como una manera de dilatar el juicio. La sesión había tenido que ser suspendida una hora antes de su término reglamentario después que el juez Fernández advirtió al militar sobre la gravedad de su decisión. La acusación recibió de contragolpe el razonamiento del abogado Ritter equivalente a “ver la paja en ojo ajeno”. Recordó que en la misma jornada del jueves 10 los acusadores se habían atrasado 25 minutos y que, meses atrás, la única explicación que habían dado a la repentina suspensión de las audiencias en Tarija era que “al Dr. (Fernando) Rivera se lo han cargado” (llevado preso), al arreciar las investigaciones sobre la red de extorsión denunciada por Jacob Ostreicher. “Nadie se quejó”, dijo. El abogado criticó el paradigma resultante de la nueva CPE que, de acuerdo a uno de los fiscales, había suplantado el derecho a la vida. “Aquel ‘patria o muerte’”gritó Ritter con, repicando la rrr con vehemencia. ¿“Se lo recuerdan”? Era el grito castro-guevarista pronunciado en una de las sesiones de Tarija, cuando la defensa reclamaba por la vida de los acusados, especialmente la de Ronald Saucedo quien estaba mal y horas después tuvo un infarto.
El abogado Alberto Morales tocó una cuerda diferente: los acusadores querían castigar a Prado Salmón por haberlo ya hecho con el abogado Ritter (fue multado con $US 1.500). “No pueden responder con cárcel a un acto aquel del que se acusa al general. (Los acusadores) les están pidiendo a Uds. que apliquen la pena de muerte al general Prado. No sé si conocen las cárceles del país. La sola mención de la cárcel de Palmasola es ya una tortura”. De inmediato entró a mencionar las penurias cuando alguien de la familia es detenido, especialmente cuando la detención tiene sesgos políticos y peor todavía cuando la acusación es por un terrorismo o un alzamiento armado que no tiene pruebas firmes que lo sustenten.
El abogado Prado Araúz subrayó la contradicción entre la defensa del derecho la vida con el castigo que los fiscales querían imponer al militar al pedir su prisión en Palmasola.
El propio Prado Salmón cerró su defensa con pocas palabras para subrayar su escepticismo sobre la justicia boliviana. Al blandir un suplemento oficia ordenado por la Vicepresidencia sobre el “caso terrorismo” , Prado Salmón dijo en ese documento ni se lo mencionaba, pero que cuando al ex fiscal del caso Marcelo Soza le preguntaron por qué Prado estaba detenido, su respuesta fue le habían impartido la orden “desde La Paz”. Concluyó con una arenga: “Llegó al colmo mi paciencia. Si vamos a terminar en Palamsola, terminemos de una vez”.
«Sarao» gigante
Estos días Bolivia parece vivir un enredo que involucra a todos como en un inmenso “sarao”. Sólo que este “sarao” no es un baile ni pacífico ni armonioso pero lucimos enmarañados, mientras desde una de sus cintas empieza a descolgar la violencia.
La disputa con la COB por las jubilaciones, que tiene hasta este viernes a decenas de presos y heridos por la beligerancia entre marchistas, bloqueadores y policías; la acusación genérica a “algunos obispos” católicos, que ha vuelto a ensombrecer las relaciones del gobierno con la institución boliviana más respetada; la expulsión de USAID, que puede agravar la soledad internacional del país; la polémica autorización del Tribunal Constitucional para una nueva reelección del Presidente Morales, son algunas de las piezas de un mosaico con una imagen distante del país próspero y tranquilo que las autoridades (y creo que todos los bolivianos) quieren proyectar.
Por ahora ha cedido la tensión por la afirmación presidencial, tras el saqueo de joyas de la Virgen de Copacabana, de que había obispos implicados en robos a templos. El cardenal buscó zanjar la cuestión cuando dijo que no se puede ejecutar moralmente a nadie “sólo por sospechas”. Quedó la duda de si el presidente ignoraba que en semanas más el Papa Francisco estará en Brasil, y que esa cercanía sería una oportunidad para invitarlo a venir a Bolivia en una próxima gira continental. ¿Cómo hacerlo en medio de la desazón causada por sus declaraciones?
La expulsión de USAID agrega inquietudes. Uno de los programas beneficiados por esa institución era Prosalud. Los beneficios de Prosalud generalmente llegan a personas de ingresos bajos que hasta ahora reciben servicios de primer orden. El Estado puede cubrir costos ahora. ¿Podrá en dos o cinco años?
La decisión contra USAID acentúa la pesada sensación de aislamiento del país. Tenemos relaciones óptimas con Irán, Corea del Norte, Cuba, Venezuela y los países del ALBA, pero hagamos una encuesta entre estudiantes sobre si irían a esos países a estudiar o si preferirían ir a otros.
Otra pieza del mosaico: El TC tendrá una empinada travesía para convencer sobre su decisión que autoriza una nueva reelección. Difícil afirmar que es irrelevante el artículo transitorio que dispone contar el período en curso cuando se votaba la nueva constitución. Si no iba a ser contabilizado, la cláusula era absolutamente innecesaria. Si era innecesaria, peor. El presidente reconoció que para viabilizar la Carta Magna aceptaba privarse de una nueva reelección. ¿Entonces?
Juicio del Siglo: Prado Salmón no irá preso
El tribunal a cargo del Juicio del Siglo declaró esta noche improcedente una demanda del Ministerio Público y del Ministerio de Gobierno que podía haber llevado preso a Palmasola al general Gary Prado Salmón.
Leída por el juez Sixto Fernández, la decisión fue alcanzada por unanimidad al cabo de una hora de deliberación de los miembros del jurado. Fue apuntalada por las disculpas que presentó al tribunal el general retirado, cuya compañía rindió a la guerrilla de Ernesto “Ché” Guevara en octubre de 1967, por haber abandonado la audiencia del viernes 26 de abril, aproximadamente una hora antes de que la sesión del día concluyese.
Prado Salmón y su abogado principal Otto Ritter, salieron de la reunión en protesta por la aplicación que consideraron incompleta de una resolución del Tribunal Constitucional que declaraba ilegal la declaratoria de rebeldía que le había impuesto el mismo tribunal el año pasado en Tarija. El militar no estuvo presente en esa audiencia y la decisión del TC avaló las razones de salud que había invocado (está en silla de ruedas desde 1981 y padece de afecciones cardíacas).
La sesión vespertina de este jueves dio lugar a una defensa legalmente masiva de Prado Salmón por parte de sus tres abogados (Alberto Morales y Gary Prado Araúz, además de Ritter) y del propio general y ex embajador en Inglaterra y México. La calidad de los argumentos de la defensa convirtió a la sesión en un acto excepcional para muchos de los que estuvieron en la pequeña sala del cuarto piso del Palacio Judicial de Santa Cruz. Las audiencias son públicas y fue una pena no ver el lugar repleto de estudiantes de la carrera de Derecho.
En su breve alegato, Prado Salmón se mostró desalentado por la justicia boliviana que, subrayó, no obedecía el mandato del Tribunal Constitucional y dejaba indefensos a los ciudadanos. “Soy un militar que ha servido honestamente a su patria durante más de medio siglo”, dijo. “Y si hay que terminar en Palmasola (la cárcel de Santa Cruz), pues, adelante”.
La acusación anunció que apelará.
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