Mes: enero 2012

Periodistas protestan por agresiones a colegas

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La Asociación de Periodistas de La Paz hizo conocer este martes su protesta por las agresiones sufridas por cuatro periodistas durante los forcejeos ocurridos el lunes, cuando los contra-marchistas del Conisur (Confederación de Pueblos Indígenas del Sur) desbordaron a la policía e ingresaron a la Plaza Murillo.
“La APLP se solidariza con los compañeros agredidos y demanda el resarcimiento correspondiente a favor de las víctimas que sufrieron atropellos, además de la identificación de los agresores”, declaró esa institución fundamental de los periodistas bolivianos.
Un comunicado de la entidad señala que dos camarógrafos, un reportero gráfico y una periodista de un canal de TV fueron víctimas de pedradas lanzadas por los manifestantes quienes, “además de provocar lesiones, limitaron el ejercicio periodístico y la libertad de expresión, base fundamental de la democracia”.
“La violencia contra la libertad de expresión es intolerable, como es inaceptable la impunidad”, agrega, que protege a los autores materiales e intelectuales de la violencia contra la prensa.
Respecto a la prensa, el Conisur entró pisando en falso a la sede de gobierno al exhibir la cara fea que suelen mostrar las aglomeraciones que ven a la información como a un enemigo al que hay que acallar. Y si esperaba granjearse la simpatía ciudadana que espontáneamente se había expresado a favor de los marchistas del TIPNIS en octubre, la intolerancia que exhibieron algunos de sus integrantes convirtió esa esperanza en un fiasco.
Si quieren equipararse en simpatías con la marcha entre agosto y octubre, los contra-marchistas, entre los cuales hay innegablemente muchos campesinos pobres y necesitados de apoyo, deben saber que libran una batalla muy cuesta arriba, casi sin destino. Hay una matriz de opinión que percibe a buena parte de ellos como un brazo proveedor, quizá involuntario, de materia prima para el narcotráfico. Y forzar un cambio de la ley sobre la cual  los legisladores supuestamente meditaron en conciencia antes de aprobarla, es un desafío peligroso.

Inconsecuencias

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El partido de gobierno se propone estudiar (perdón, simplemente cambiar) la ley que aprobó y que el presidente Morales sancionó sin ganas el 24 de octubre. Eso fue poco después de que el pueblo paceño en casi su totalidad, y tras similares demostraciones de afecto en Caranavi, El Alto y los lugares por donde pasó la caravana de originarios del lugar que venía desde hacía más de dos meses, paliza policial de por medio, fuera recibida con una simpatía que fue más que un plebiscito sobre cómo el pueblo boliviano percibía la marcha para impedir que el TIPNIS sea cortado en dos por una carretera.
Es imposible no ver la mano oficial tras esta contramarcha que ahora busca que los legisladores y el gobierno se arrepientan y desfirmen lo que firmaron. El propio presidente Morales estimuló la “contra” y los legisladores oficialistas se curvaron. Alguien del entorno gubernamental más estrecho escribió que lo que es válido hoy puede no serlo mañana, una teoría relativista que hay tomar en cuenta seriamente, incluso los del Conisur que ahora están marchando. De esa ecuación puede resultar que lo que pretenden hoy no sea más válido mañana.
Sin embargo, las simpatías que esta contra-marcha ha recibido dejan un sabor a oficialismo. Lamentablemente, porque los que marchan son también necesitados, aunque en sus filas haya cocaleros contumaces. Los que pregonan que se debe apoyar esta marcha son rivales de temer de la consecuencia de los actos y las palabras. No se les puede creer.
Escuchaba esta mañana a un vocero oficialista diciendo que había que buscar “equilibrio” entre los marchistas originales y los de ahora. Perdón, ¿no lo hicieron antes?
La delegada de Naciones Unidas Yoriko Yasuawa, quien siguió de cerca la primera marcha y vio las transmisiones de la TV que mostraron la brutalidad represiva de la policía, manifestó su esperanza de que el gobierno y los legisladores sean capaces de construir un diálogo. (Partiendo de la premisa de que lo que se apruebe hoy puede ser reprobado mañana, diría yo, evocando los actos frecuentes de las autoridades). Las palabras de la delegada muestran que el nuevo conflicto –artificial o real- que se vive en las llanuras bolivianas es también seguido con preocupación por observadores extranjeros.

Anuncio en víspera de Reyes

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La noticia es del 5 de enero, cuando Exterran, de Houston, publicó un aviso informando que construirá en Itaú el complejo procesador de gas con mayor capacidad  entre sus plantas en América Latina. Era víspera del  Día de Reyes.

Para la magnitud de la obra -5,66 millones de metros cúbicos de procesamiento diario-, cuya  inversión total aún no es pública, podía esperarse un anuncio especial de YPFB, pues es la primera obra industrial de esa escala emprendida por el sector petrolero privado desde las medidas de 2006, diseñadas para retomar el control de toda la industria petrolera. No lo hubo. La obra fue licitada y adjudicada por Petrobrás, que opera el campo Itaú, cuya producción está destinada a cumplir los compromisos con ese país.

Exterran Holdings Inc. ya se adjudicó otra planta –la ampliación de la de Yapacaní, que opera desde fines del año pasado- con un procesamiento de poco más de 1,5 millón de metros cúbicos diarios de gas.

El mismo día de la publicación de Exterran,  los diarios hablaban de incrementar la producción gasífera para poder cubrir las obligaciones con Argentina que de casi ocho millones de metros cúbicos subirán a unos 27 mm3d para fines de la década.

Para cubrir esas cantidades son necesarias inversiones de magnitud, que no se han realizado en los últimos seis años. En realidad, hace tiempo que Bolivia debía estar produciendo unos 72 millones de metros cúbicos diarios (actualmente: unos 42 mm3) para las obligaciones contraídas. Pero Argentina redujo sus metas de compra y pudimos cumplir normalmente con Brasil y abastecer el mercado interno.

Un informe de la Fundación Milenio observa que los ingresos récord por exportaciones de gas han tenido como contrapartida inversiones misérrimas –en la escala petrolera- en exploración. De los más de 14.700 millones de dólares generados por el gas en el quinquenio 2006-2010, la exploración recibió migajas. “Ningún país –dice Milenio- podría ser centro energético de ninguna región invirtiendo tan solo US$ 293.3 millones en exploración durante un periodo de cinco años; ese es un monto bajísimo que equivale a un promedio de US$ 58.7 millones por año…” ¿Recuerdan que el Presidente Morales inauguró hace un par de años un pozo exploratorio, cuyos resultados son hasta ahora desconocidos? Si el resultado fue negativo, no había por qué callarlo, pues los fiascos son normales en la industria.

Se suponía que  las medidas de 2006 conferían a Bolivia autonomía en la gestión de sus campos. Esa gestión tiene limitaciones, pero no son públicas. O no se las ha especificado.

Entendidos en este asunto recuerdan que el emprendimiento de Exterran viene de los convenios de 2010 entre YPFB y sus socios y operadores de Itaú, a los que se sumó Petrobrás (la más afectada con la nacionalización de 2006), con un 30%. YPFB detenta la menor participación, con un 4%.  Total tiene el 41% y  BG Bolivia el 25%.  La prioridad de los yacimientos, y de la procesadora, es Brasil, cliente príncipe del gas boliviano. Mutún o complejos petroquímicos no entran en esta ecuación.

Técnicos consultados sostienen que ante los signos declinantes observados en los campos de  San Alberto y Sábalo, de donde sale el gas para Brasil, es natural que los operadores quieran garantizarse  suministros. El  contrato con Brasil vence en 2019. Tras seis años de ingresos milmillonarios causados por un capitalismo duro de morir, los socios de Yacimientos empiezan a abrir la billetera para garantizarse compras contratadas y recuperar tiempo. YPFB, que tampoco abrió la suya, ahora también quiere desandar el tiempo perdido.

Una marcha que no entusiasma

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Los indígenas que marchan para que sí se construya la carretera a través del TIPNIS, incluso autoridades del gobierno y del partido oficial, están desconcertados por la poca atención que merece esta contramarcha, que se antepone a la cumplida entre agosto y octubre.

La perplejidad de los neo-marchistas es comprensible y respetable, pues se trata, en buena parte, de personas tan necesitadas como los originarios que llegaron a La Paz a fines de octubre y conquistaron la simpatía nacional.
Pero hay algo que vuelve insípida a esta contramarcha. Me parece que debajo de la contramarcha subyacen algunas razones para la indiferencia que exhibe el gran público, salvo el gobierno y los dirigentes del partido oficial. Repasemos algunas:
-Existe la percepción de que esta neo-marcha es impulsada por el deseo de consolidar las plantaciones de coca del Chapare ya existentes en ese lugar, y expandirlas. Dirigentes cocaleros recordaron que el Presidente Morales les había prometido esa carretera en la campaña electoral de 2005 y que ahora, con el diseño original,  se disponía a cumplirla.
-Esa percepción es reflejo de una matriz de opinión pública que los neo marchistas no logran combatir. No la perciben y desconocen los mecanismos bajo los cuales actúan los fenómenos de opinión masiva.
-La primera marcha fue brutalmente reprimida por la policía, con un despliegue que hizo añicos la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La represión no tiene, hasta ahora, ningún responsable, aunque indígenas de la primera marcha (Justa Cabrera) han dicho que saben, por informes de dentro del gobierno, que el mandante fue el propio presidente y nadie los ha contradicho convincentemente. Es una derrota sin paternidad (ni maternidad) para el gobierno, que esperaba cansar a los marchistas originales o forzarlos a desistir. Esta cadena ha alimentado las simpatías por los marchistas originarios y, en contrapartida, provoca pasividad, por decir lo menos, ante la contramarcha.
-El presidente había dicho que la carretera se haría como estaba diseñada “quieran o no quieran”.
-El gobierno accedió a dictar una ley de intangibilidad del TIPNIS. El Presidente Morales la promulgó, de visible mala gana (las imágenes de TV mostraron su rostro).
-Sin que mediase alarma alguna entre las feministas del partido de gobierno, tiempo atrás había sugerido a los cocaleros que enamorasen a las mujeres del TIPNIS y las persuadieran de convencer a sus maridos, enamorados o parientes de aceptar la carretera.
-A los pocos días de la promulgación de la ley, el Presidente Morales urgía a los partidarios del gobierno dentro de la zona protegida para que ellos también reclamasen públicamente, pero a favor de la carretera que él acababa de prohibir.
-Al público en general no le agrada que le digan una cosa y luego se haga otra. Con el caso del TIPNIS ha habido muchas idas y venidas que han destruido la credibilidad del gobierno cuando habla de protección de la naturaleza y de la madre tierra..
-No son buenos los “reprises” y la marcha en curso deja un sabor de “esta-película-ya –la-vi”.
-Integrantes de la neo marcha se han retirado alegando que no les han pagado lo que se les prometió. Nuevos puntos a favor de los marchistas originarios.
-Aunque la contramarcha parece ser más numerosa, no existen informes independientes que aseguren que todos pertenecen al lugar, protegido por la CPE y por convenios internacionales.

Jactancias sobre el salario mínimo en Brasil

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El sitio en la web de la revista semanal brasileña Exame trajo esta semana un extenso informe sobre el aumento del salario mínimo dispuesto en Brasil. Ahora que en Bolivia está en discusión el salario mínimo en Bolivia, vean lo que dice esa revista económica, de Sao Paulo:
El aumento de 77 reales (unos 44 dólares) para el salario mínimo al trabajador brasileño, que pasó de 545 reales a 622 reales y rige desde el 1 de enero pasado, beneficiará a 66 millones de personas e inyectar en la economía hasta 63.980 millones de reales a lo largo de 2012. Para tener una idea, la cifra es superior al PIB (producto interno bruto, o toda la producción y comercio durante un año) de Bolivia (35.170 millones de reales) o la de Paraguay (32.810 millones de reales), en valres de 2010.

No hay ninguna relación entre la economía de Brasil y la de sus dos vecinos, pero la comparación nos da una idea del volumen de la economía el vecino país (la sexta del mundo) y de la necesidad de comparar cifras con cifras o con otros elementos que sirvan de orientación al lector sobre el valor de los números.
Cuando las autoridades se jactan del volumen de las reservas monetarias internacionales, tendrían que compararlas con la de países vecinos que también se benefician de la bonanza de precios de materias primas pero que no atribuyen las crecientes nuevas cantidades a gestiones de gobierno exclusivamente.

Paradojas de nuestro tiempo

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Comparto con Uds. la más reciente entrega de Gregorio Iriarte, O.M.I. El título es el original.
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Nuestro mundo actual está lleno de paradojas, algunas de ellas totalmente desconcertantes. Por ejemplo, podemos percibir con evidencia que tenemos:
– Edificios cada día más altos, pero ideales, cada vez más pequeños.
– Carreteras más anchas, pero criterios más estrechos.
– Casas más grandes, pero familias más reducidas.
– Mejores viviendas, pero gran número de hogares rotos.
– Mayores conocimientos, pero menos sentido común.
– Más policías, pero menos seguridad.
– Más candados y seguros, pero más miedo.
– Más jueces y fiscales, pero mayor corrupción.
– Más medicinas, pero menos bienestar.
– Menos relaciones humanas y más agresividad personal.
– Más despilfarro, y menos ahorro.
– Reímos poco y rezamos menos.
– Vemos más TV. y leemos cada día menos.
– Hemos aumentado nuestros bienes, pero han disminuido nuestros valores.
– Amamos muy poco y odiamos demasiado.
– Vivimos tensos y no cultivamos la paz interior.
– Quedamos admiramos de los grandes inventos y no percibimos la belleza de una flor o de un amanecer.
– Hemos aprendido muchas cosas, pero no hemos aprendido a vivir en plenitud.
– Hemos llegado hasta la Luna y pronto, quizás, hasta Marte, pero tenemos miedo a cruzar la calle.
– Poseemos más medios de comunicación, pero nos comunicamos mucho menos.
– Vamos añadiendo años a nuestra vida, pero no vida a nuestros años.
Frente a tantas paradojas en este nuestro mundo moderno te pedimos Señor:
– que nos des un corazón capaz de amar a todos sin exclusión, a pesar de tantas contradicciones.
– que ilumines nuestros ojos y vuelvas atentos nuestros oídos al clamor de todos y cada uno nuestros hermanos y hermanas
– que guíes nuestros pasos para que caminen al encuentro de los que están cansados y deprimidos.
– que guíes nuestros pensamientos para acompañar a quienes han perdido el verdadero camino de su vida.
– Te pedimos, Señor, que nos demos tiempo para amar a quienes
nos rodean… para dialogar con todos, para compartir, para perdonar de corazón cualquier ofensa….
Cuanto más abramos nuestro corazón a los demás, el Espíritu de
Dios estará más presente en nuestra vida.
Dándonos a los demás seremos nosotros los más beneficiados y enriquecidos.
Inspirado en los pensamientos de George Carlin

Partidos y Democracia

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Se atribuye a Winston Curchill haber afirmado que “la democracia es el peor sistema de gobierno…excepto todos los demás”. En su sintaxis, la frase es endeble, pero políticamente de efecto enorme, sobre todo en la época en que fue dicha: 1947, cuando empezaba la guerra fría y los gobiernos comunistas se ensillaban en el poder en la Europa ocupada por el Ejército Rojo. La frase figura entre los dichos famosos sobre el vituperado sistema que, para apoyo de la expresión del estadista inglés, no ha encontrado sino intentos de aniquilarlo. El prolongado experimento soviético acabó consumido por su ineficiencia económica y su eficacia represiva. Todas esas tentativas decían que iban tras el cambio para conformar una nueva sociedad. Bien temprano, sin embargo, crearon los Gulag y acabaron con lo más esencial de la naturaleza humana: la libertad.
En nuestro catálogo nacional de expresiones sobre la democracia, pronto podría entrar en el “ranking” la dicha hace pocos días por el presidente Morales: la democracia es una “imposición occidental” y se debería volver al sistema del ayllu: decidir por consenso. En su nativa Orinoca, decía el presidente, nunca hubo voto para tomar decisiones. Tal vez los hombres que rodean al presidente no entienden que el voto es una expresión suprema de aquella libertad y es resultado de la evolución de la convivencia humana, con muchos defectos pero superior a las mejores de las demás culturas políticas. Por ser expresión libre e individual, el voto debe ser secreto, para que nadie interfiera en la voluntad de quien decide. De otra forma, pueden ocurrir presiones para favorecer una u otra corriente, incluso dentro del ayllu, y desnaturalizar la libertad del individuo. En una expresión también de mucho efecto, decía Nelson Rodrígues, el notable pensador brasileño, que “toda unanimidad es burra”.
Los partidos políticos se forjaron para canalizar las tendencias sobre cómo organizar la sociedad y llevar adelante objetivos primordiales que contribuyan al perfeccionamiento de la persona y de la comunidad. Sin ellos no hay democracia. Puede llamarse cualquier cosa, pero si no hay diversidad de partidos, no existen sino remedos de democracia y libertad. Los partidos expresan la pluralidad de corrientes de una sociedad sobre la forma de conducir el Estado. Y en ella el individuo es libre en cuanto puede escoger y decidir. No es libre si existe una sola opción, pues no está escogiendo ni eligiendo. Está sancionando lo que otros eligieron por él. Por eso las llamadas “democracias populares” crujieron, consecuencia del poder hegemónico de un solo partido en países donde las elecciones fueron una farsa. Todos eran candidatos del partido gobernante. Democracia (sin calificativos, formal o neoliberal), en fin, es el gobierno de las mayorías, con equilibrio de poderes y respeto a las minorías que, en algún momento, podrán volverse mayorías.
Que el régimen de partidos puede envilecerse, es otra cosa. Hemos tenido ejemplos en nuestra historia. Pero eso no significa licencia para matar al enfermo. Para alcanzar metas cada vez más civilizadas y de convivencia armoniosa, toda sociedad debe contar con partidos eficaces, modernos, honestos y creíbles. Si no existen como tales, o si son demasiado débiles, se los debe fortalecer. De otra manera, se corre el riesgo de acabar en el despotismo y, a la postre, con graves retrocesos, incluso con aquellos avances que pudo haber costado mucho conseguir.

Yapacaní no ha acabado

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Las organizaciones cívicas de Yapacaní y pobladores del lugar decidieron hoy realizar un bloqueo de seis horas sobre la carretera central hacia Cochabamba y Santa Cruz y amenazan con convertirlo en indefinido a partir de la semana entrante si no son liberados las  cinco personas que las autoridades detuvieron y que inicialmente fueron traídas a Santa Cruz. El bloqueo que vuelve a dificultar el tráfico en ese nudo de la carretera central Santa Cruz-Cochabamba-La Paz y vuelve a plantea un nuevo desafío al gobierno, pues la amenaza de lanzar un bloqueo indefinido exige el despido de sus cargos del Ministro de la Presidencia, Carlos Romero, probablemente el de mayor cercanía e influencia sobre el presidente Evo Morales, y de la comandante de la policía en Santa Cruz, Lily Cortez. Ambos son responsabilizados por los bloqueadores por la represión sobre los manifestantes que el martes celebraron un cabildo y reiteraron la demanda para la renuncia del ahora renunciado alcalde David Carvajal.
Los cinco detenidos están acusados de promover hechos vandálicos el día del cabildo y de la represión en ese lugar de colonos, a sólo 124 kilómetros de Santa Cruz. Mientras el bloqueo se iniciaba, el ministro cuya renuncia los bloqueadores demandan, anunciaba que los responsables de las muertes de dos personas en Yapacaní durante los disturbios del martes recibirían la máxima pena prevista para los delitos en Bolivia: 30 añ0s de presidio. El plazo para la salida de Romero y la renuncia de Cortez vence el domingo, según los dirigentes de los sectores que amenazan con un nuevo bloqueo prolongado.
El bloqueo en curso esta noche se inició tras el entierro de la segunda víctima fatal en los disturbios del martes, el joven Michael Sosa Apata (23 años).
Entretanto, empezaba el trabajo preliminar de comisiones de legisladores y de derechos humanos sobre lo ocurrido.
Otro punto de tensión política se presentó esta tarde en el congreso, donde se intentaba, en medio de una algarabía ensordecedora, la consideración de la ley que prohibió la construcción de la carretera a través del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS).  El Vicepresidente Alvaro García no dio la palabra a los legisladores de oposición que intentaban criticar la actitud del ccambiante gobierno en torno a la ley. La piña espinuda que representa esa ley fue enviada a la Comisión de Constitución y Justicia para determinar su compatibilidad legal.
Cuando hace menos de tres meses fue sancionada por el Presidente Morales, la ley vigente prometía resolver el problema que se había planteado con esa carretera, cuya construcción desconocía la CPE y acuerdos internacionales suscritos por Bolivia. La marcha de más de dos meses que realizaron más de 1.500 nativos de esa región, considerada un santuario ecológico, culminó con una bienvenida a La Paz raras veces vista en La Paz, con cientos de miles de personas que salieron a las calles para saludar y vitorear a los marchistas. Dos días después el presidente promulgó la ley que ahora se quiere modificar.

Ahora, ante la amenaza de una reprobación de la  ley, la marcha del Tipnis podría reanudarse y esta vez también tendría carácter urbano, pues sería enb defensa de la norma aprobada a disgusto por elgobierno. «Ha de ser también  una marcha por la democracia», advirtió el dirigente fernando Vargas, quien encabezó la marcha original, si la reprobación tuviese el sello del legislativo. «Los que marchan ahora son cocaleros…producen coca para el narcotráfico», dijo en PAT es noche (No Mentirás).

Marcha, contra-marcha, leyes, contra-leyes; firmo, no firmo. Hay, no hay. Es cierto; no, es mentira; es así, no es así. Parece un sube-y-baja, una inconsistencia que marea. La incertidumbre es enemiga de todos.

Sumergido en la confusión

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Los hechos trágicos que han ocurrido ayer en Yapacaní han lanzado a muchos ciudadanos en un profundo mar de confusión.  Gracias a las imágenes transmitidas por la TV, las versiones radiales y los informes de los diarios, el país fue espectador de los extremos a los que llegó un conflicto que pudo haber sido resuelto hace meses.  Tres muertos y decenas de heridos son mucho más de lo que el país habría podido soportar  del conflicto en un pueblo donde un alcalde del partido de gobierno era repudiado por una gran porción de la población y que, en contraste,  las autoridades superiores se empeñaban en mantener.

Tras haber sido alejado del cargo en noviembre por la presión popular, el alcalde David Carvajal fue reimpuesto por orden de una juez. Y para hacer efectiva la reimposición llegaron entre 500 y 700 policías a un lugar que tal vez no sobrepase los 30.000 – 40.000 habitantes.  Falta una reconstrucción detallada  de lo ocurrido ayer pero se sabe que quienes repudian al ahora  ex burgomaestre lo acusaban de corrupción e incapacidad administrativas. Las acusaciones eran reproducidas por  medios locales de radio y TV,  saqueados el año pasado, en los albores del conflicto, supuestamente por grupos que obedecían al entonces burgomaestre.

Tras más de un mes fuera del cargo, expulsado por presión de sus críticos, una juez ordenó su retorno y para que la orden fuese efectiva, el gobierno dispuso que fuesen a Yapacaní cientos de efectivos policiales.

La furia que se desencadenó ayer en la tarde y  por la noche tras el cabildo convocado por instituciones cívicas del lugar acabó obligando a un repliegue de esa fuerza, que anoche partió de vuelta a Santa Cruz y Cochabamba seguido durante algunos instantes por una multitud de manifestantes. El Ministro de Gobierno, Wilfredo Chávez, dijo al país que la fuerza se retiraba porque, al haber renunciado el alcalde, la presencia del contingente policial  no era más necesaria. Pero el alcalde David Carvajal dijo que no había renunciado («en ningún momento»)  y volvió más densa la confusión sobre lo que ocurría.  Carvajal ya estaba en Santa Cruz cuando desmintió a su superior. Parecía poco probable que volviese a ocupar el sillón edilicio. El costo que está pagando el gobierno y su partido es demasiado grande como para seguir apostando a su favor. De hecho, horas más tarde se anunció que efectivamente renunciaba,

¿No podían las autoridades prever la violencia que se cernía? Ya se habían registrados enfrentamientos cuando la juez ordenó la reinstalación de Carvajal y éste procuró, sin éxito,  normalizar la administración municipal. Lunes y martes fueron días de escaramuzas entre sectores cívicos y la fuerza policial. Hubo decenas de detenidos y un número impreciso de heridos. Hasta que se desembocó en la jornada sangrienta de ayer.

Los críticos de Carvajal culpan a ministros del entorno más estrecho del Presidente Morales de no haberlo informado debidamente sobre los motivos del conflicto.  Carvajal replicaba que las acusaciones de lenidad y corrupción eran falsas.  A falta de mejores explicaciones, autoridades del gobierno apuntaron ayer, de manera vaga,  a “la derecha”,  la que, de tener la capacidad de generar movimientos como el que se opone al burgomaestre, constituiría un rival de temer.

Yapacaní ha sido uno de los baluartes más sólidos del presidente, donde en los últimos seis años el partido de gobierno siempre triunfó con holgada mayoría.  De manera que la atribución imprecisa a “ la derecha”  de generar la oposición al alcalde parecía no tener asidero.

Todo esto ocurre cuando la atmósfera política ya estaba nublada con declaraciones del nuevo Comandante en Jefe de las FF.AA., quien afirmó que “por iniciativa propia” había dispuesto el desplazamiento hacia Rurrenabaque de aeronaves del TAM que irían a transportar a los marchistas del Tipnis que la policía reprimió el 25 de septiembre.

“Creí que  iba a necesitar, tal vez había heridos; por eso envié, no me ordenó nadie; fue por iniciativa propia”, declaró el pasado martes el general Tito Gandarillas a Erbol, la cadena radial que reúne a unas 300 emisoras rurales en todo el país. El transporte de marchistas detenidos por la policía no ocurrió porque la población de Rurrenabaque bloqueó el aeropuerto. Quizá sin pretenderlo, el nuevo Comandante en Jefe puede haber creado un precedente peligroso.

Ahora es Yapacaní

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El cabildo abierto convocado para este miércoles por la tarde por el comité interinstitucional de San Juan de Yapacaní desembocó en violentos enfrentamientos entre la policía y grupos de manifestantes que presionan por la destitución del alcalde municipal del lugar, David Carvajal. Los enfrentamientos aún continuaban al anochecer, cuando ya se anunciaba que  una persona había muerto y que varias otras estaban heridas.  Horas más tarde, el sitio de El Deber informaba sobre tres víctimas fatales, lo que colocaba en el tablero de la política boliviana un nuevo factor de grave inquieud.

Al abrirse el horario informativo estelar de la noche, el corresponsal de Bolivisión, Roberto Soliz, informaba desde el lugar que hasta las 20 horas la violencia continuaba en Yapacaní, ubicado a 120 kilómetros por carretera desde Santa Cruz. La persona supuestamente fallecida había recibido múltiples impactos de “balines” (municiones de escopeta), dijo el corresponsal.

Al momento de iniciar esta entrada, no eran conocidos los detalles sobre cómo estalló la violencia. Pero la jornada pre-anunciaba disturbios, pues los representantes cívicos del lugar se niegan a aceptar el retorno del alcalde,  quien ya había sido expulsado del lugar y esta semana fue reimpuesto por la policía tras la orden de una juez. Carvajal pertenece a un ala del partido de gobierno, el Movimiento al Socialismo.

Erbol, el sistema radial que reúne a unas 300 emisoras rurales, dijo que Radio Ichilo había descripto lo que ocurría en Yapacaní como una batalla campal. Durante el enfrentamiento murió una persona identificada como Abel Rocha Bustamante, de 26 años.  La víctima fatal tenía once impactos y el cadáver era velado en la plaza principal de Yapacaní.  Antes de la medianoche, El Deber informaba que había otras dos víctimas mortales: Michael Sosa y otra persona no identificada todavía. Los tres habían recibido impactos a la altura del  corazón.

El Ministro de Gobierno, Wilfrido Chávez, confirmó en la noche la muerte de Rocha y dijo que habría una investigación para determinar cómo estalló la violencia. Hasta ese momento, era la única víctima fatal sobre la que informaban los informativos de TV.  Chávez dijo que los policías también  habían tenido bajas, entre ellas un policía había sido herido en el cuello y la cabeza durante los actos violentos que  habían ocurrido días atrás.

La fuerza policial extraordinaria enviada al lugar, dijo el ministro, cumplía el mandato constitucional de preservar la ley y el orden público, alterado por la oposición de organizaciones cívicas al retorno de Carvajal, quien estaba como alcalde del lugar. Informó también que los disturbios habían tenido origen en «intereses personales» de algunos concejales, a quienes no identificó. Tampoco ofreció detalles sobre cuáles serían esos intereses.

Al final de su informe por TV el ministro anunció que el Alcalde Carvajal había renunciado. Y poco después los informativos de TV reportaron que la fuerza policial que se había estacionado en Yapacaní para proteger al ahora ex-burgomaestre, se retiraba dirigiéndose a Santa Cruz.

Con la renuncia, supuestamente desaparecía la necesidad de mantener allí al contingente policial, que, de acuerdo con las imágenes mostradas por la TV,  abandonaba el lugar seguido de numerosas personas. Las imágenes  dejaban la impresión de una retirada apresurada. La tensión en Yapacaní, sin embargo, persistía.

No era el único lugar en el que prevalecía la inquietud. En San Buenaventura, población de La Paz sobre la frontera con el departamento del Beni, frente Rurrenabaque, el alcalde Adalid Carvajal fue tomado por la población y lo sometió a una forma de «justicia comunitaria»  hasta que informe sobre 1.500 turriles de cemento asfáltico que habrían desaparecido, en un aparente caso de corrupción.  El material estaba destinado a obras públicas en el lugar. Carvajal fue colcado sobre un cepo (un madero) donde permanecía hasta el atardecer bajo la vigilancia de cientos de pobladores.